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El póquer más allá de 'El golpe'

Mónica Laguna estrena en Almería 'Juego de Luna', tras cuatro años de investigación

No resulta fácil romper con la estética y los clichés que la memoria colectiva del público guarda en la retina a la hora de abordar un género cinematográfico. Ocurre con las pelis del Oeste como ocurre con las de gángsters o las comedias de situación. Mónica Laguna (Madrid, 1964), que sabía que se la jugaba, no sólo ha aparcado el glamour o los tópicos sobre películas en torno a un tapete, un cenicero y una baraja de cartas, sino que ha roto una lanza en España al atreverse con un largometraje que gira íntegramente en torno al mundo del póquer desde una mirada realista. El estreno de Juego de Luna (2001) estaba previsto anoche en el Teatro Cervantes de Almería. Según los críticos, los dos grandes logros de la directora son la pulcritud técnica y el trabajo de campo y documental realizado previamente.

Sobrevivir en Europa a Paul Newman y Robert Redford en El golpe (1974), a Steve McQueen y Edward G. Robinson en El rey del juego (1965) o a Matt Damon y John Malkovich en Rounders (1998) sólo es posible con un trabajo concienzudo y realista. Para ello Laguna ha invertido cuatro años pululando de timba en timba, acompañada de jugadores profesionales que cada día se citan en lujosos chalés madrileños, hasta culminar el guión de Juego de Luna, protagonizado por Ana Torrent. 'Lo primero que me sorprendió de ese mundo es lo absolutamente diferente que es por dentro de la imagen que tenemos. Es un póquer abierto que se juega muy deprisa con diez jugadores y todo es muy rápido', explicaba la directora horas antes del estreno.

Asesorada por jugadores reales durante el rodaje -'mi equipo no tenía ni idea de póquer y resultó fundamental la presencia de un jugador profesional', reconoce- el largometraje narra la historia de una mujer dedicada al mundo del juego profesional y las consecuencias derivadas de esta forma de vida. 'El tema en sí me sirve de excusa para hablar de algo más trascendental: la libertad de elegir del ser humano', apunta Laguna.

Convencida de que la realidad supera siempre la ficción tras los cuatro años de aprendizaje y observación en los que ha hablado con policías, jueces o médicos asiduos a las partidas diarias, Mónica Laguna presenta un trabajo minucioso cuya baza es la naturalidad. 'Muchos jugadores me han dicho que está clavado, que el mundo del juego es así. Y lo cierto es que me preocupaba mucho ser completamente fiel a la realidad'. El protagonismo femenino puede traducirse como la única licencia que se toma la cineasta para retratar un mundo dominado por los hombres y que, como en casi todos los planos de la vida, cuenta también con excepciones. Ana Torrent, que encarna el personaje de Luna, interpreta la excepción con un perfil de mujer arriesgada y fuerte que se ha hecho a sí misma.

Mónica Laguna, con el cartel de su película, ayer, en Almería.
Mónica Laguna, con el cartel de su película, ayer, en Almería.FRANCISCO BONILLA
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