Adiós a la cultura en los colegios mayores

- Tranquilidad para los árboles. 'Telefoneo para decirles que me parece bien que cierren el Retiro por la noche', dice Juan, 'pero no por temas relacionados con la moral u otras tortuosidades, sino más bien porque los árboles, arbustos y flores tienen derecho a tener su tranquilidad y a soltar su anhídrido carbónico en total intimidad. En serio', puntualiza, 'creo que por la noche los jardines deben ser evitados por los procesos químicos que experimentan'.

- Miedo al trasiego. 'Me temo que detrás del cierre del Retiro se esconde el miedo a que se traslade a su interior el trasiego de la prostitución que hasta ahora se observaba en la Casa de Campo', opina Ángel. 'Se equivocan quienes en eso piensan, porque el Retiro es demasiado céntrico como para importar ese asunto'.

- Ni pío. 'No he visto ni oído a nadie del Ayuntamiento ni de la Comunidad, que son los gobiernos de Madrid, decir nada sensato sobre lo sucedido en Nueva York y Washington', señala Pedro. 'Aparte de los pésames, que me parecen bien y justos, por las dimensiones de las barbaridades allí perpetradas, nadie ha dicho que es una estupidez confundir una acción antiterrorista con la tercera guerra mundial, como parece que los más halcones propalan. O sea, que si allí deciden desencadenar una conflagración universal, como los políticos nacionales van siempre detrás de lo que diga la Casa Blanca, aunque sea una chorrada, aquí nadie se salva. Los políticos de aquí, nacionales o locales', concluye, 'deben jugar algún papel sensato cuando se producen catástrofes y pronunciar o interpretar los hechos para que la gente se sienta informada'.

- Aceras sin control. 'No entiendo nada de lo que está sucediendo con las aceras y con el subsuelo de Madrid', confiesa Ana. 'Una cosa es que sea un espacio público y otra muy distinta es que haya sujetos, empresas o instituciones que crean que pueden disponer de un bien colectivo de manera caprichosa y arbitraria y, lo que es más, peligrosa para la comunidad vecinal que se ve afectada por una de las miles de zanjas que sin ton ni son se abren a sus pies cada día, sin control'.

- Pintura contra el Prado. 'He observado sobre los muros del Museo del Prado que dan al paseo del mismo nombre una secuencia de manchas rojas y negras provocada por pintura arrojada violentamente y a propósito contra aquéllos', comenta Juan Ignacio. 'Como las manchas llevan ya varias semanas, rogaría a los administradores del patrimonio español que destinen unos miles de pesetas, de los miles de millones que recauda el fisco, en adecentar la fachada principal de uno de los mejores museos del mundo y el más importante de nuestro país. Pero, por favor', precisa, 'que únicamente quiten la pintura vertida, no que monten otro sarao de andamios de esos que luego se prolongan 25 años y generan contratas multimillonarias durante lustros para enriquecimiento de unos pocos listillos'.

- Colegios mayores sin pulso cultural. 'No sé si es falta de información u obedece a otra causa', dice Juan, 'pero creo que los colegios mayores universitarios de Madrid, que antes eran focos de cultura y de crítica, con exposiciones, conferencias, debates y mil manifestaciones culturales e intelectuales, atraviesan en los últimos años por una etapa de languidez muy preocupante'. Y añade: 'Espero que la idiotización generada por tanta televisión y prensa basura no haya llegado a la universidad, porque, si ha llegado, estamos perdidos, ya que un idiota titulado es algo muy dañino para la sociedad'.

- Seminarios cívicos. 'Sugiero que los policías municipales establezcan seminarios públicos de civismo entre los jóvenes que ocupan los parques durante las noches de marcha', propone Sonsoles. 'No estaría de más que a aquellos adolescentes que más ensucien se les encomiende la recogida de las litronas, vasos de plástico y envoltorios que se desperdigan en esos entornos'.

- Información sobre la periferia. 'No sé por qué razón los periódicos dan tan poca información sobre los barrios periféricos de Madrid, sobre todo las nuevas urbanizaciones, donde más vida nueva hay, con tanta gente joven como se ha establecido', se queja Azucena. 'Creo que los criterios noticiosos son demasiado centralistas', dice, 'porque desde Pozuelo a Las Rozas hay mucha más gente que en todos los distritos céntricos de la ciudad'.

- Manías gregarias. 'Me revienta la manía que tiene mucha gente de ponerse en cola aunque no exista fila de ningún tipo', protesta Alonso. 'Es tan gregaria esa manía que me parece deleznable, fruto del miedo reverencial a los autoritarismos. En Madrid, desde los cines hasta las panaderías se pueden organizar sin hacer colas ni exhibir actitudes mendicantes o de miedo sumiso al desorden', asegura.