Transportes decide hoy si implanta la red de autobuses que permitiría cerrar la Casa de Campo
La Comisión Delegada del Consorcio Regional de Transportes estudiará hoy la viabilidad de la línea especial de autobuses ecológicos que el Ayuntamiento quiere poner en el interior de la Casa de Campo para cerrar ese recinto al tráfico de coches particulares. La tercera teniente de alcalde, María Tardón, trasladó el martes de la semana pasada a Luis Eduardo Cortés, consejero de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes, la propuesta del Ayuntamiento.
Según los responsables municipales, la línea podría ponerse en marcha con cuatro o cinco de los autobuses ecológicos que actualmente circulan por las calles de la capital. El consejero se comprometió a estudiar la propuesta, pero pidió una semana de tiempo para que los responsables del Consorcio Regional de Transportes pudiesen estudiar tanto la viabilidad de la línea -el alcalde, José María Álvarez del Manzano, anunció que tendrá una tarifa diferente- como las posibles conexiones con otras líneas de la EMT.
Actualmente, sólo la línea número 33 penetra en la Casa de Campo. Los autobuses parten de Príncipe Pío y llegan hasta el Zoo, pasando por la Puerta del Ángel, Alto de Extremadura y el Parque de Atracciones. Pero a Luis Eduardo Cortés, vicepresidente regional, le gustaría que los autobuses ecológicos pudieran conectar con otras líneas que circulan por la zona, como la 36 (Atocha-Campamento), 39 (plaza de Isabel II-San Ignacio de Loyola), 65 (plaza de Benavente-colonia del Gran capitán) y 31 (plaza Mayor-Aluche).
La nueva línea de autobuses ecológicos es la llave que permitirá cerrar el recinto de la Casa de Campo al tráfico. El concejal de Movilidad, Sigfrido Herráez, anunció hace dos semanas que la limitación al paso de vehículos privados podría ponerse en marcha al día siguiente de que el Consorcio de Transportes dé luz verde a su proyecto. Entonces, los coches sólo podrán pasar de siete a diez de la mañana. Sin embargo, el alcalde vinculó la decisión del cierre a la adopción de medidas tendentes a evitar que las prostitutas de la Casa de Campo se desplacen a las calles de la capital.
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