_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Arquitectura y estilo de vida

Recientemente, he leído unas monografías de dos grandes maestros de la arquitectura italiana, A. Santelia y C. Scarppa, no muy conocidos por el gran público. Estas lecturas me han hecho reflexionar sobre el lugar en que vivimos. Una ciudad es una inmensa obra de arte, aunque, a menudo, ni tan siquiera seamos conscientes de ello. Sus calles, sus edificios, sus gentes no son sino componentes artísticos de un gran lienzo que no alcanzamos a aprehender justamente porque formamos parte del mismo. Para ser capaces de percibir en su globalidad el conjunto de la obra conviene distanciarse, observarla prácticamente a vista de pájaro para observar así sus detalles, sus monumentos, su trazado viario, sus jardines y, muy especialmente, su armonía arquitectónica. Es en los edificios donde mejor y más cabalmente se puede constatar la evolución de la vida urbana. Una ciudad es un cuadro, como ha demostrado Eric Rohmer en su última película La inglesa y el duque, al recrear el París de la revolución francesa a través de la pintura, huyendo de la maqueta y la reproducción mimética de unos escenarios imposibles de encontrar en la actualidad.

La arquitectura, además, es el reflejo de una cultura. De una forma de entender la vida. De ahí que la presencia de chalés alpinos en muchas de nuestras urbanizaciones resulta una suerte de blasfemia, un insulto y una renuncia a la tradición, a la cultura y al estilo de vida mediterráneo. Dos grandes maestros de la arquitectura italiana, A. Santelia y C. Scarppa, han sido capaces de trasladar a sus edificios ese estilo de vida que nos es común. El primero, diseñador de espacios urbanos periféricos, profundizó en el hábitat de nuestras ciudades costeras, recuperando el concepto del 'hogar' como principal espacio de la vivienda por ser el único que permite la vida en comunidad familiar. Con un sentido común fuera de lo corriente concluye que dicha pieza no puede ser morfológicamente la misma en una ciudad alpina que en una ciudad situada en la costa.

Dice Santelia, que en zonas frías e inhóspitas, el hogar se desarrolla en torno a la chimenea, el fuego, único elemento capaz de crear un ambiente caldeado que posibilita y llama a la reunión familiar. Cosa muy distinta ocurre en el Mediterráneo, donde por su cultura, forma de vida y vocación de reunirse al aire libre, el concepto de hogar como tal pieza de reunión de los componentes de la familia, debe estar vinculada todo lo posible a su contacto con el aire libre; disfrutar de la vida al exterior es sinónimo de ser mediterráneo.

Para edificios en altura, Santelia propuso una solución que pasaba por un diseño de los edificios, conocida como gradidate (de grada o escalonamiento), construcciones en las que una terraza de gran dimensión se convierte en pieza fundamental de la vivienda como punto de reunión.

Por su parte, C. Scarppa, especialista en centros históricos con escasa obra pero de máxima calidad, es un maestro muy conocido en los entornos arquitectónicos que estudian la problemática de actuaciones en dichos ambientes. El mismo Rafael Moneo, en su obra Museo de Mérida, hace una interpretación de Scarppa tan perfecta y sutil que no puede ser más que el de una obra de la arquitectura española.

Sus edificios en centros históricos están compuestos como auténticas composiciones musicales, la relación entre huecos y macizos, la ruptura de la verticalidad bajando el edificio al nivel del zócalo, por materiales usados no siendo historicistas son insustituibles en el obligado discurso entre lo historicista y actual. El vidrio y hormigón quedan tan humanizados que son el orgullo dialogante frente a los estucos y ladrillos de arquitecturas historicistas.

Santelia se encuentra presente de alguna manera en Valencia, en los alrededores de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Desde ese complejo se puede observar un claro ejemplo de edificio gradidate (recordemos que la prematura muerte de este arquitecto no le permitió realizar más que dibujos, no desarrolló ningún edificio) que muestra hasta qué punto ese diseño permite la vida en contacto con el aire libre, con la luz y la bonanza del clima mediterráneo.

He subrayado unas pocas muestras de una pequeñísima, casi microscópica, parte de esa gran obra de arte que es la ciudad. Son infinitamente más los elementos del cuadro. Pero este apunte refleja una cierta arquitectura sobre la que, creo, valía la pena reflexionar por su intensa conexión con el estilo de vida mediterráneo. Quede claro, sin embargo, que es preciso un debate abierto, plural y sin condiciones entre urbanistas, ciudadanos, arquitectos y artistas de cuyas reflexiones se extraiga el modelo de ciudad que nos gustaría tener. El modelo de Valencia, que ahora no existe.

Uiso Alemany es pintor.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_