Palencia reanima al Espanyol ante un Rayo de lo más vulgar
El mexicano Palencia le arregló la vida al Espanyol en un partido que reveló el tremendo deterioro al que dos equipos son capaces de llegar cuando el calendario no ha hecho más que pasar cinco hojas. La fragilidad de las estructuras de muchos clubes conduce a una condena prematura: sumirse en un dramatismo terminal cuando todavía restan otros 33 por disputar. Pero en estas circunstacias, con un punto el Rayo y con tres el Espanyol, la racanería y el despropósito parecen legitimados.
El Rayo, que se ha pasado la semana buscando un 'chivato' en el vestuario y en el que Goikoetxea prescindió de Hernández y Luis Cembranos, completó un partido de lo más vulgar. El Espanyol tuvo bastante con la revitalización que supuso el retorno a su formación de Tamudo y Palencia. El canterano, que jugó su partido número cien en Primera, todavía está falto de ritmo. Pero aún así llevó por la calle de la amargura a la línea defensiva vallecana que buscó la eficacia por la vía de la brutalidad y la contundencia y acabó quedando en evidencia por una mala salida de Etxeberria, la que propicio el segundo tanto del Espanyol, y por la falta de cohesión que permitió que Martín Posse y De Lucas tejieran el tercero.
ESPANYOL 3| RAYO VALLECANO 1
Espanyol: Argensó; Fran, Rotchen, Lopo, Ricardo; Toni Velamazán (Bruno Saltor, m.82), Àlex Fernández, Morales, De Lucas; Palencia (Munteanu, m.79) y Tamudo (Martín Posse, m.60). Rayo Vallecano: Etxeberria; Alcázar, Corino, De Quintana, Graff; Azkoitia (Glaucio, 64), Quevedo, Helder (Peragón, m.75), Arteaga; Michel y Bolo (Bolic, m.58). Goles: 1-0. M.24. Palencia remata de cabeza un centro desde la derecha de Fran. 2-0. M.61. Toni Velamazán aprovecha un error de Etxeberria en una salida fuera del área. 2-1. M.76. Michel lanza una falta desde la frontal del área que toca en Lopo, descoloca a Argensó y acaba en la red. 3-1. M. 85. De Lucas bate a Etxeberria después de recibir en la frontal del área una gran asistencia de Martín Posse. Árbitro: Iturralde González. Mostró tarjeta amarilla a Lopo y Graff. Unos 16.100 espectadores en el estadio Olímpico de Montjuïc.
El Espanyol, sin ejercer una presión excesiva y con grandes problemas para hilvanar su juego en la medular, tuvo suficiente con la pegada de Palencia, que ya avisó con un remate un minuto antes de estrenarse como goleador en esta Liga, y con el aprovechamiento de los errores defensivos del Rayo para sentenciar. Y eso que pasó algunos apuros cuando el equipo madrileño, aprovechando un gol de rebote -la falta que lanzó Michel tocó en Lopo y despistó a Argensó-, le metió presión reduciendo distancias en el marcador. Pero ni siquiera llegó a tomar cuerpo la incertidumbre en Montjuïc. El Rayo apenas embistió y el Espanyol, a la que se estiró de nuevo, anotó el tercer tanto, envió un balón al larguero y traspasó dejó la dramática situación por entero al equipo de Vallecas.
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