Un cruce de investigaciones

El objetivo de la autora, se supone que mantener el suspense durante la narración, es difícil que se cumpla en esta novela debido a que el lector termina enmarañado en la misma telaraña que los protagonistas. Parece interesante inicialmente el trabajo que ha escrito Lisa Lee de abordar una investigación criminal desde dos sistemas de trabajo diferentes, el americano y el chino. Una investigación en la que se mezcla junto a la trama policial relaciones sentimentales entre los personajes y un sistema político en el que todo resulta complicado. El trabajo de Lee en esta novela comienza cuando se encuentra el cadáver de un chico en un lugar helado de Pekín, hijo del embajador americano en ese país. El trabajo policial es asignado a la inspectora Liu Hulan. A miles de kilómetros de ese lago, un ayudante de la Fiscalía de Los Ángeles encuentra en un barco de inmigrantes ilegales el cuerpo de un Príncipe Rojo, hijo de uno de los hombres más influyentes de China. Casualmente a ambos se les encarga descubrir qué entramado existe en torno a los dos asesinatos. Tanto la inspectora china como el ayudante del fiscal americano habían mantenido una relación amorosa en Estados Unidos cuando Liu estudió en ese país. La trama termina por aburrir y lo que uno desea mientras pasa la página es que la autora logre en algún momento sorprender al lector. No lo consigue y la trama policiaca finaliza en novela rosa.