Democracia y cruzados

En esta guerra que todavía no ha dado la palabra a las armas, las palabras pesan como piedras, y, si se usan mal, se convierten en mortíferos bumeranes. El primero en aprender esta lección ha sido Bush, (...) que habló de cruzada y denominó Justicia Infinita a su operación militar. Hubo de rectificar porque había herido la sensibilidad histórica y religiosa del mundo islámico. Silvio Berlusconi no ha aprendido la lección. (...) Berlusconi ha hablado de una guerra entre civilizaciones y religiones. De una parte, el Occidente moderno y civilizado, llamado a conquistar, tras haberlo hecho con el mundo comunista, a la otra parte, el islam atrasado y tiránico. (...) Más aún, invita a Europa a reconstruirse sobre su base común cristiana. (...)

Es la misma falta de mención de los valores laicos de la democracia lo que da al discurso berlusconiano un tono fundamentalista y un espíritu de cruzada, extremadamente peligrosos en una coyuntura como la actual. (...) En su bello discurso al Congreso, Bush ha dicho que el terrorismo es el heredero de las 'ideologías criminales' contra las que Estados Unidos ha luchado buena parte del siglo pasado: el fascismo, el nazismo y el totalitarismo comunista. (...) América llegará a ganar si se convierte en promotor de las libertades de las que Bush se hizo campeón en su discurso al Congreso: la libertad de credo, la libertad de expresión y la libertad de sufragio. Éstos son los valores por los que Italia, como miembro fundador de la Europa unida, tiene el deber de luchar junto a EE UU, pero para defenderlos, no para imponerlos.

Paolo Garimberti

Roma, 27 de septiembre