Los pilotos españoles rechazan portar armas en sus aeronaves para evitar situaciones conflictivas
Los pilotos españoles cumplían hasta ahora una norma no escrita en caso de peligro: la tripulación siempre negocia. Pero esta norma se ha resquebrajado -aunque en ningún lugar quede huella- tras los atentados de Nueva York y Washington. No obstante, nadie quiere hacer público qué ha cambiado en el interior de los aviones.
Lo único claro es que los pilotos comerciales se niegan a portar armas. El Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (SEPLA, se muestra tajante: 'La violencia genera violencia, por lo que en un avión no puede haber armas'.
Los pilotos reclaman, por contra, 'más seguridad en el sistema aeroportuario'. Los comandantes de las aeronaves españolas piden que se tomen tres medidas con especial rapidez: mayor control de los maletines de mano, mejora en la seguridad de las cabinas y entrenamiento específico para las tripulaciones en situaciones de crisis.
Los pilotos exigen además que los aeropuertos dispongan de 'escáneres más sofisticados' y una 'redistribución' de los departamentos de las aeronaves. 'Estamos en contra de las cabinas blindadas, porque en caso de accidente habría graves problemas para que los equipos de salvamento pudiesen rescatar a la tripulación, pero sí apoyamos un sistema de código de acceso restringido, que impediría la entrada de intrusos en las cabinas', señalan sus portavoces.
El SEPLA admite que estas nuevas medidas de seguridad en las cabinas exigirían un 'esfuerzo adicional' por parte de los fabricantes de los aviones, empresas que en las últimas semanas han sufrido numerosas cancelaciones de compras a causa de la crisis que afecta al sector.
Los pilotos piden, igualmente, un 'entrenamiento específico para las tripulaciones', en el caso de que un intruso acceda a la zona restringida de mando del avión.
Iberia, por su parte, admite haber 'reforzado notablemente' las medidas de seguridad, pero rechaza hacerlas públicas. 'Tienen su efecto mientras no se conozcan, según nos indican nuestros asesores de seguridad', explicaron sus portavoces.
No obstante, las aerolíneas anuncian que emprenderán una 'campaña de información del personal de la compañía para hacer frente a determinadas aptitudes' sospechosas o violentas.
Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), organismo público que gestiona los 43 aeropuertos públicos, ha aumentado también las medidas de control en sus instalaciones, que se ciñen 'estrictamente a la normativa internacional y europea'.
AENA se refiere a que España está unida por vía aérea con Estados Unidos principalmente a través de los aeropuertos de Madrid y Barcelona, y en menor medida mediante Palma de Mallorca y Málaga. Los vuelos que parten de estas instalaciones aeroportuarias, y que cumplen perfectamente la normativa europea de seguridad, tienen que tomar precauciones especiales para acatar también las normas norteamericanas, que en los últimas semanas se han vuelto más rígidas.
AENA, no obstante, resalta que el control y seguridad de los aeropuertos 'está en manos de los Cuerpos de Seguridad del Estado, con los que se mantiene una estrecha relación'.
Mientras tanto, el Gobierno está a la espera de la reunión que el próximo día 15 de octubre celebrará el Consejo de Ministros de la Unión Europea, donde se decidarán 'nuevas propuestas de seguridad europeas, que AENA cumplirá al máximo de sus posibilidades'.
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