El Gobierno y ex altos cargos de la CNMV preparan querellas y escritos contra Vives
El Gobierno cree que podrá demostrar en los próximos días, con documentos, que son falsas las graves acusaciones que formuló el miércoles David Vives, ex jefe de Supervisión de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que descubrió las irregularidades contables en Gescartera. La vicepresidencia económica, que dirige Rodrigo Rato, mantiene que David Vives no dejó ninguna constancia por escrito de su propuesta de intervención para esa sociedad, 'sino todo lo contrario'.
Vives acusó al entonces secretario general del Consejo de la CNMV, Antonio Alonso Ureba, de obstaculizar la investigación de Gescartera y de desaconsejar su intervención. Ayer, al final de la mañana, Alonso Ureba, ahora secretario del consejo de Telefónica, registró en el Congreso un escrito para acudir cuanto antes a la Cámara para dar respuesta a las manifestaciones expresadas por Vives, que califica de 'falsedades graves, que no pueden ni deben quedar sin la oportuna respuesta'.
Alonso Ureba anticipa en su carta que obra en su poder 'material susceptible de constituirse en prueba documental irrefutable a la hora de responder a las falsedades citadas'. Y, además, aprovecha para comunicar que actuará contra esas afirmaciones con una demanda de protección al honor contra Vives en el juzgado. El ex vicepresidente de la CNMV, Luis Ramallo, ex diputado del PP, al que Vives situó en el bando de los consejeros que bloquearon sus actuaciones, también anunció ayer que se querellará contra el ex director de Supervisión.
El relevo
Vives aseguró en el Congreso que los consejeros Valiente, Ramallo y Roldán se opusieron frontalmente a la intervención de Gescartera, mientras que el presidente de la CNMV, Juan Fernández Armesto, y José Manuel Barberán, otro consejero, apoyaban la medida. Fuentes de la vicepresidencia económica consideraron ayer que es inexplicable que Armesto relevase días más tarde a Vives de la investigación de Gescartera si estaba en su bando.
El PP intentó precipitar fuera de lo que establece el reglamento la comparecencia urgente de Alonso Ureba el próximo lunes. El calendario de comparecencias se pacta entre todos los partidos con al menos tres días de anticipación y ya estaba ayer cerrado hasta el próximo martes. Todos los partidos, menos el PP, concluyeron que Alonso Ureba no debía disponer de ningún privilegio excepcional para imponer su agenda por interés personqal. Acudirá a la comisión en la mañana del próximo miércoles.
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