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IMPACTO EN LOS MERCADOS

El Fondo Monetario reduce el crecimiento de la economía mundial del 3,2% al 2,6% en 2001

El estudio está realizado antes del ataque del 11 de septiembre, por lo que la rebaja podría ser mayor

Enric González

La economía mundial crecerá un 2,6% este año, en lugar del 3,2% que se esperaba hace unos meses, y un 3,5% el año próximo. El Fondo Monetario Internacional (FMI) presentó ayer su informe anual sobre las perspectivas económicas del planeta y anunció una desaceleración moderada del crecimiento. Un gran interrogante pesa, sin embargo, sobre esos cálculos, que no reflejan el impacto del ataque terrorista contra los Estados Unidos. El ataque tendrá unas consecuencias directas 'moderadas', según Keneth Rogoff, nuevo economista jefe de la institución financiera internacional.

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El informe se redactó antes del 11 de septiembre por lo que no se han tenido en cuenta las consecuencias indirectas sobre el consumo y la confianza, que serán 'más importantes', según el FMI.

Para completar este estudio, incluyendo los importantísimos acontecimientos de este mes, Rogoff leyó un texto en el que indicaba que los ataques contra Nueva York y Washington se produjeron 'en un momento difícil para la economía global' e incrementaban 'los riesgos en las perspectivas a corto plazo'. El economista jefe del FMI comentó que la recesión era 'un hecho' en los Estados Unidos, aunque posteriormente retiró esas palabras y se limitó a pronosticar que la economía estadounidense se contraería 'probablemente' durante al menos dos trimestres consecutivos.

Daños limitados

Los técnicos del Fondo han comparado los efectos inmediatos del ataque con los del terremoto de 1995 en Kobe (Japón) y consideran que, pese al daño causado en sectores como las líneas aéreas, los seguros y el turismo, el conjunto de la actividad económica, como sucedió con la japonesa seis años atrás, no se ha visto muy dañado. Rogoff admitió que 'los potenciales efectos indirectos (en los sentimientos y gasto de los consumidores, en la confianza empresarial, en la aversión al riesgo) serán significativamente más importantes'.

El economista jefe del FMI subrayó que, pese a todo, había razones para el optimismo. Habló de los estímulos monetarios y fiscales preparados por los gobiernos de las potencias industriales; de la solidez estructural de la economía (poca inflación, déficits menores que en la pasada década, credibilidad de las divisas y los tipos de cambio); y de la resistencia de la productividad estadounidense, clave de la prosperidad mundial en los últimos años. 'No estamos en una recesión global', aseguró.

Las circunstancias son excepcionales; normalmente, el informe del Fondo Monetario Internacional debía haberse presentado en vísperas de la asamblea anual de la institución, aplazada 'sine die' después de los ataques. En ese contexto deben interpretarse las cifras.

Para los Estados Unidos, el Fondo pronostica un crecimiento del 1,3% este año y del 2,2% el que viene; dentro de esa banda de desarrollo muy débil hay que encajar la 'probable' recesión, cuya profundidad resulta impredecible por el momento, pero que distorsionará a la baja las previsiones. Rogoff considera que, aún contando con los problemas causados por los ataques terroristas y con posibles acciones bélicas en los próximos meses, 'hay aún una perspectiva razonable de que la recuperación comience dentro de la primera mitad del año próximo', al menos en los Estados Unidos y la Unión Europea.

En otras áreas geográficas las perspectivas resultan más claras, lo que equivale a más oscuras. El Fondo Monetario Internacional califica de 'sombría' la evolución de la economía japonesa en los próximos meses. 'Japón experimenta probablemente su cuarta recesión en una década', dice el informe. América Latina es la región en que las previsiones han sufrido una mayor corrección a la baja: el año pasado, el crecimiento fue del 4%; en primavera se esperaba un 3,7%; ahora, el Fondo estima que en realidad no superará el 1,7%. Sin duda, una mala noticia para el importante número de empresas españolas, todas ellas de gran tamaño, que han realizado inversiones muy importantes en este subcontinente.

La crisis argentina y el frenazo de la economía estadounidense pesan sobre todo el continente. Para Argentina, en plena recesión, se prevé una contracción económica cercana al 1,4%. Brasil crecerá este año el 2,2%, la mitad que el año pasado. Y México, con un crecimiento del 0,8% en 2001, sufre la peor caída, porque en 2000 se encontraba en plena expansión y creció un 6,9%. El desempleo seguirá aumentando en el conjunto de América Latina, según el Fondo Monetario Internacional, y habrá que esperar al año próximo para percibir señales de mejoría.

Una de las propuestas del Fondo Monetario Internacional para contrarrestar el debilitamiento general de la economía es relanzar una nueva ronda de negociaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Según este organismo, con esta medida se contribuiría a fomentar la confianza en el sistema de negociaciones multilaterales y en el compromiso de garantizar la liberalización comercial.

Por otra parte, la institución advierte de que la producción petrolífera ha comenzado descender después de las modificaciones de cuota acordadas por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y que los precios han emprendido una tendencia bajista, lo que podría suponer una ayuda para la recuperación mundial.

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