Las culturas que han dejado su huella en Barcelona protagonizan el piromusical que cierra la fiesta
Las culturas que han dejado su huella en Barcelona protagonizaron el fin de fiesta de la Mercè con el tradicional piromusical, que convocó a 180.000 personas, según la Guardia Urbana, en la avenida Maria Cristina. El fuego, el agua y la música formaron, un año más, un espectáculo que en esta ocasión apostó por la diversidad de culturas y tradiciones que transitan y han transitado por las calles de la ciudad a lo largo de su historia y que han moldeado su carácter.
El espectáculo empezó a manos de los propios espectadores, quienes, armados con globos que les habían entregado los organizadores, los hicieron explosionar al unísono. A partir de ahí empezó un viaje musical dividido en cuatro grandes bloques. El primero, histórico, pasó de las melodías de los trovadores provenzales al Cant de la Sibil.la, la música del Llibre Vermell, la de la Patum de Berga, las canciones Els Pets y Dusminguet.
La segunda parte inició su camino en las culturas del sur de la Península para seguir hacia el Magreb y aún más allá, al corazón del África negra: Paco de Lucía, El Lebrijano, la Orquesta Andalusí de Tánger, Salamat, el raï de Khaled, Las Hijas del Sol y un festival de percusiones protagonizaron el apartado, aunque quedaron silienciados cuando, al encederse también con fuego el nombre del patrocinador (Movistar), por parte del público se pudo oír una sonora reprimenda, que no acabó hasta que no se extinguió el cartel luminoso. De ahí, el piromusical se dirigió al otro lado del Atlántico: a Brasil, el oeste americano, con Ry Cooder, las melodías de los indios Pueblo, tambores del Bronx, la fiesta de Louisiana y el Caribe de Carlos Vives.
El fin de fiesta supuso un cierto regreso a Europa y a las tradiciones nómadas de los gitanos del este del continente, con músicas de Marta Sebestyen, Vera Bila, Emir Kusturica, Goran Bregovich y Carles Santos, entre otros. Finalmente, una propina a base de música electrónica: cuando muchos tomaban el camino de regreso a casa, Imagine de John Lennon acabó de armar el puzzle propuesto por el piromusical. El año que viene, más.
