El naufragio de un alcalde
Han pasado más de dos años desde que se constituyó la actual corporación municipal de Sevilla, eligiendo alcalde no a la persona que encabezaba la lista más votada, Soledad Becerril, sino a aquel que sumó los votos de un pequeño partido donde los intereses personales prevalecen sobre los generales y los del Partido Socialista Obrero Español.
Este 'contrato mercantil' que traicionó la confianza de los sevillanos alumbró una coalición que sólo ha logrado en estos años evidentes fracasos de gestión para nuestra ciudad.
Sirvan como ejemplo el aparcamiento de superficie más caro del mundo -en el Prado de San Sebastián-, los parques y jardines más descuidados de la historia de la ciudad; el metro, por cierto moneda de cambio para el cambalache que hizo al señor Sánchez alcalde de la ciudad, que sigue siendo un gran 'agujero'; una serie de precarias actuaciones en algunos barrios; la construcción de un 'botellódromo'; o la oposición al proceso de fusión de las cajas de ahorro, además de un largo etcétera de 'logros' que no han repercutido en el beneficio de los vecinos.
Por ello, el concepto de 'Dos años de Progreso para Sevilla' parece que no llega a los sevillanos a pesar de los estudios demoscópicos realizados en la mesa de camilla de la alcaldía. De ahí la necesidad de que este 'progreso' evidente para el alcalde y sus concejales sea explicado, a toda costa, a los futuros electores.
Y aquí llega la famosa carta enviada por el alcalde a 65.000 personas, con cargo a los presupuestos municipales, explicándoles una proposición de ley que el grupo parlamentario del PSOE ha elevado al Congreso de los Diputados sobre el Impuesto de Actividades Económicas.
El señor Sánchez Monteseirín, convirtiéndose en el Cartero de Zapatero, ha usado y abusado no sólo de los dineros del Ayuntamiento que han servido para sufragar el papel, el sobre y el envío de las cartas, sino también de los datos confidenciales de los contribuyentes. De esta forma, ignorando las reglas básicas de la democracia, el alcalde pone de manifiesto ética y estéticamente qué tipo de político es.
A estas actuaciones, desgraciadamente, ya nos tiene acostumbrados el PSOE y no viene por sorpresa, pero no podemos dejar pasar este nuevo ejemplo lamentable y evidente del uso de los medios y fondos públicos en beneficio de un partido político.
Quizás el PSOE piensa que desde las instituciones, Congreso, Senado y Parlamento, no se dota suficientemente a los grupos políticos para sus actividades y sus relaciones con la sociedad, y de ahí la necesidad de que sus alcaldes corrijan este error.
Me pregunto si los diputados socialistas de Sevilla en el Congreso de los Diputados no dispondrán de los medios necesarios para dar a conocer sus propuestas sin necesidad de utilizar el dinero de todos los sevillanos. Afortunadamente, uno habla a menudo con compañeros del señor Monteseirín y la mayoría no sale de su asombro.
Puede que el PSOE piense que ya están bien cubiertas las necesidades básicas de la ciudad de Sevilla y por eso el alcalde destina dinero de los sevillanos a realizar la más burda propaganda electoral de su partido.
Quizás sea que el alcalde de Sevilla está también dispuesto a enviar a los sevillanos las propuestas parlamentarias que los representantes de los sevillanos en las Cortes Generales y en el Parlamento de Andalucía presentan y afectan a nuestra ciudad. Si es así, ni a mí ni a ningún representante del Partido Popular nos lo han comunicado.
Alfredo Sánchez Monteseirín ha utilizado fondos públicos y datos confidenciales de los contribuyentes de forma irregular y de ello debe responder ante los tribunales de justicia. Por eso el grupo de concejales del Partido Popular en el Ayuntamiento ha presentado una querella por un presunto delito de malversación de fondos públicos en defensa de los intereses de Sevilla.
Si el alcalde ve en ello un ataque personal no es más que un intento de fuga hacia delante de un mal político que lleva tiempo con el rumbo perdido mientras conduce al naufragio a Sevilla y a los sevillanos.
Así que como dice el refrán: 'Que cada palo aguante su vela'.
Ricardo Tarno Blanco es presidente del Partido Popular de Sevilla.
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