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Reportaje:

Arte bajo las ruinas de Nueva York

Obras de Miró, Calder o Nevelson han desaparecido bajo los escombros

Joan Miró, Alexander Calder, Louise Nevelson o Roy Lichtenstein son algunos de los creadores cuyas obras han quedado pulverizadas entre las ruinas del World Trade Center, un tesoro artístico que los expertos tasan en al menos 1.800 millones de pesetas.

'Por ahora no sabemos a cuánto ascienden las pérdidas exactamente', dice Richard J. Schwartz, presidente del Consejo de las Artes del Estado de Nueva York (NYSCA por sus siglas en inglés). Entre las obras destruidas se cuentan un tapiz de Miró, que data de 1974 y que estaba expuesto en el edificio número dos del World Trade Center; una escultura de Calder, contemporáneo del artista mallorquín y conocido por sus estructuras móviles; un relieve en madera de Nevelson, que estaba expuesto en el entresuelo del número uno, y una pintura de la serie Entablature de Lichtenstein, que estaba colgada en las paredes del vestíbulo del edificio número siete.

70.000 millones de pesetas en lingotes de oro y plata descansan entre los restos de las Torres Gemelas

Tom Eccles, director del Fondo de Arte Público, ignora qué suerte han corrido algunas de las obras expuestas en el área, como la escultura Sin título de Yu Yu Yang, entre la calle Pine y Wall Street. Expertos citados por el diario The New York Times calculan las pérdidas en unos 1.800 millones de pesetas.

Pero, en todo caso, las obras de arte no han sido lo único que ha desaparecido. 'También se ha inutilizado mucho espacio. El Centro Cultural de Manhattan Sur ha perdido sus oficinas', agrega. Este centro ofrece ayuda a artistas y organizaciones relacionadas con el mundo del arte a través de financiamiento y organización de exposiciones.

Ahora el NYSCA está trabajando en una lista de las instituciones ubicadas en el área que se han podido ver afectadas por el desastre. Schwartz dice que hasta el momento ha hablado con 30 organizaciones sin afán de lucro vinculadas a las artes. 'Los daños no han sido tan graves en la vecindad, pero tenemos también que lamentar la muerte de un escultor . Y muchos artistas han perdido sus obras, que significan mucho para ellos'.

Richards, un creador jamaicano que formaba parte del programa de artistas en residencia del Centro Cultural, estaba trabajando en el piso 92 de la torre norte cuando se produjero los atentados. 'No se ha sabido nada más de él', dice Schwartz.

Una de sus obras más recientes, ¿Habéis caído? (Are you down), muestra tres figuras desplomadas sobre una gran diana. 'Es también muy perturbador que muchas de las esculturas de Michael hacían referencia a vuelos y aviones', comenta John Hock, director artístico de Franconia Sculpture Park, en una nota de la revista Arts Wire.

Para Schwartz, quien desconoce la extensión del daño en colecciones privadas, las consecuencias que los atentados terroristas puedan tener en el mundo del arte son difíciles de evaluar en estos momentos.

Muchas de las grandes firmas de abogados, banca o gestión de fondos que ocupaban el World Trade Center tenían colecciones de arte en sus oficinas. Sin embargo, ante la pérdida masiva de vidas, pocas están dispuestas a hablar del asunto.Las mismas Torres Gemelas, del arquitecto de origen japonés Minoru Yamasaki, son obras de arte que costaron 71.700 millones de pesetas de 1973, al cambio actual. A su sombra, pero en la orilla este, se encuentra la Plaza Louise Nevelson, en la que se muestran siete esculturas de la excéntrica artista que parecen haber sobrevivido, junto con el símbolo de Wall Street: el toro de bronce de Arturo De Modica, símbolo de la fortaleza financiera del corazón de Nueva York.

Además de las obras de arte perdidas, muchos millones más han desaparecido en forma de oro y plata. Según las agencias Reuters y France Presse, 30 millones de onzas de plata (alredededor de 933.000 kilos) y casi 380.000 de oro (casi 12.000 kilos) que estaban almacenadas en las cámaras acorazadas del New York Mercantile Exchange se habrían perdido entre los escombros. Su valor total en el mercado alcanza las 70.000 millones de pesetas.

El <i>Globe</i> de Fritz Koening, después del atentado en el World Trade Center.
El Globe de Fritz Koening, después del atentado en el World Trade Center.AP

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