El jefe comercial de Gescartera atestigua que Morey se presentaba como asesor de Zaplana

La declaración de José María Castro, jefe comercial de Gescartera, duró ayer más de tres horas, pero los últimos diez minutos depararon el primer golpe de efecto en la comisión de investigación del Congreso. En once palabras, Castro desmontó la imagen de florero decorativo que se había construido el día anterior el ex cantante Jaime Morey. 'Yo estoy asesorando al presidente de la Generalitat Valenciana, Eduardo Zaplana'. Ésa era la frase, dijo Castro, con que se presentaba Morey cuando era director general de Gescartera Holding, la matriz del grupo del que han volado 18.000 millones.

Para rematar, José María Castro reflexionó en voz alta sobre 'el cantante', denominación con la que se refirió a Morey durante toda su intervención: 'Curiosamente, a mí no me dijo que era asesor artístico musical de Zaplana; me dijo que era asesor, a secas'.

En la misma sala, Jaime García Morey había sostenido el día anterior que su tarea principal como director general de Gescartera Holding consistía en leer los periódicos y charlar amigablemente con las secretarias de vez en cuando, tareas por las que percibía un salario neto de un millón y medio de pesetas al mes. Y sobre todo, que su nombramiento como asesor, 'artístico musical', según su expresión, de Zaplana nunca tuvo operatividad alguna, ni vínculo que reseñar con Gescartera.

Tras esta revelación de Castro, que causó un instante de estupefacción entre los diputados, especialmente los del PP, todos los portavoces pidieron la palabra. El socialista Ángel Martínez Sanjuán leyó en voz alta un documento que, aparentemente, desmontó la tesis de que Morey, en sus propias palabras, era un mero florero en la agencia de valores de Antonio Camacho. Se trata de un acta de los inspectores de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en la que el responsable de la inversión de la Armada en Gescartera afirma: 'Las personas de contacto en Gescartera eran Aníbal Sardón e Inmaculada Baltar , aunque posteriormente también hemos contactado con Antonio Camacho y Jaime García Morey'.

Rafael Cámara, diputado del PP, el partido al que pertenece Eduardo Zaplana, intentó a continuación difuminar el impacto que había causado las declaraciones de Castro sobre Morey y el presidente valenciano con una breve digresión sobre las diferencias entre 'percepción' y 'hechos', tras lo cual preguntó directamente a Castro: 'De lo que sí tiene usted la seguridad es de que se interviene Gescartera y de que usted no ha recuperado su dinero'. Se refería a los millones que el jefe comercial de Gescartera afirma haber invertido y perdido en la agencia en la que trabaja. 'Efectivamente', asintió Castro.

Camacho tenía apoyos

En las tres horas anteriores, el jefe comercial de Gescartera describió con muchos detalles sus 'percepciones' sobre su jefe, Antonio Camacho. En su opinión, el dueño de Gescartera debió de contar con 'algún tipo de sostén de personas o instituciones', porque siempre dio la impresión de que podía solucionar todos los problemas legales y de inspección, por complicados que pareciesen. 'Aunque venga la CNMV no pasa nada. Ésa es la impresión que yo tenía', dijo.Preguntado sobre si le parecía relevante en toda la trama el ascenso de Gescartera a agencia de valores, aprobado por la CNMV en julio de 2000, Castro ofreció una explicación: 'Sí es relevante esta transformación, por ejemplo, si había un plan de venderla con posterioridad, ya que esto la hacía más atractiva'. De hecho, tal plan existió, puesto que a finales de ese año, el banco alemán Hypobank hizo una oferta a Camacho por Gescartera, que no llegó a fructificar. El intermediario del negocio fue Luis Ramallo, ex diputado del PP, cuyo voto en el consejo de la CNMV meses antes contribuyó a elevar a Gescartera a agencia de valores, pese a sus irregularidades.

También comparecieron ayer Aníbal Sardón, director de AGP, la empresa que captaba clientes para Camacho, y Francisco Javier Sierra de la Flor, subdirector general y consejero de la agencia de valores. Ambos se acogieron a su derecho a no declarar.