La Pasarela Gaudí pronostica una moda de rayas y blancos y negros
La feria clausuró el miércoles una de sus ediciones más competitivas
Las tendencias de moda para los hombres del próximo verano están marcadas por un alto contenido técnico, como respuesta de los diseñadores a la uniformidad del atuendo masculino. Las propuestas de Konrard Muhr y Josep Abril cerraron el programa de desfiles de la Pasarela Gaudí. Según estos diseñadores, los hombres podrán llevar prendas más holgadas, las mujeres vestirán prendas cortas y andarán sobre tacones de aguja, mientras que las prendas de baño conquistarán la calle con descaro. Como tendencia general, la pasarela catalana avanza una moda de rayas y blancos y negros.
La moda masculina no está pasando por uno de sus mejores momentos, por lo menos por lo que a su presencia en las pasarelas españolas se refiere. Antonio Miró presentó un desfile flojo de contenidos, aunque su aproximación a sus propios orígenes le valió más de un aplauso. Los tejidos con rayas, todo tipo de rayas, desde las más diplomáticas a las más irreverentes, finas, gruesas, precisas o desenfocadas, a todo color o en blanco y negro, se presentan como el acontecimiento más destacado en el mundo de la moda masculina. Santiago Segura desfiló para Konrard Muhr, que presentó el lado más inquieto de la moda valiéndose de tejidos técnicos. Lo mejor, sus pantalones deshilachados.
Josep Abril, que compartió cartel con Rafael Amargo, diseñó por primera vez para ambos sexos. Presenta un hombre de silueta ancha, amante de los tonos oscuros; utilizó el negro como hilo conductor de todas su apuestas. Los pantalones pierden el rigor que les da la fórmula clásica del traje y los prefiere anchos, oscuros y abiertos por los laterales, tipo pareo, combinados con camisas de fondo trasparente bordadas con hilos de colores. Este diseñador, con demostrado ingenio creativo, utiliza la raya diplomática sobre fondo marrón y la camisa sin mangas para excusar la presencia del traje y su acercamiento a la moda más comercial.
La mujer camina con más libertad que el hombre; las prendas que la cubren y los complementos que la adornan, según estas previsiones son livianas y casi transparentes, la falda se acorta, los shorts se multiplican y los zapatos afinan sus formas. Mireya Ruiz fue la última en presentar el concepto de su colección para el verano de 2002 con una mezcla de flamenco y estética punk. También esta diseñadora ve el verano en blanco y negro.
Los desfiles de Konrard Murht y Josep Abril sirvieron de broche a una de las ediciones de la Pasarela Gaudí más abultada en desfiles y que más interés político ha despertado. La presencia de Ana Botella, esposa del Presidente del Gobierno, en los desfiles de Antonio Miró y TCN, y del secretario de Estado de Comercio y Turismo, Juan Costa, han servido para demostrar que la moda es también un asunto de Estado. Pero, como Costa apenas insinuó que el Gobierno está dispuesto a considerar la conveniencia de unificar las pasarelas españolas, las preguntas siguen en el aire: ¿Mostrará Barcelona la moda del verano y Madrid la de invierno? ¿Se organizarán en una los desfiles de moda masculina y en otra los femeninos? ¿Y que hacemos con los valencianos y los gallegos?
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