Seis familias gitanas huyen de El Vacie por miedo a que se produzcan más tiroteos como el del lunes

El tiroteo que se produjo el pasado lunes en la barriada chabolista sevillana de El Vacie no dejó muertos ni heridos pero sí ha provocado la huida masiva de habitantes del poblado gitano por miedo a verse envueltos en nuevos ajustes de cuentas a los que los huidos son ajenos, según informaron ellos mismos y fuentes policiales. Seis de estas familias acamparon el martes por la noche en una zona deportiva al aire libre de las Tres Mil Viviendas, otra zona marginada de la capital sevillana. Unas 65 personas, muchas mujeres y niños entre ellos, pasaron la noche al raso. A última hora de ayer, los acampados permanecían en un campo de fútbol, cobijados sólo por sus furgonetas, sin ningún tipo de asistencia pública.

El mismo martes, el delegado del Gobierno, José Torres Hurtado, dispuso la custodia policial de los acampados en las Tres Mil Viviendas, muy cerca de los bloques de viviendas conocidos como Las Vegas, una barriada tan conflictiva o más que el propio Vacie. Torres Hurtado se dirigió también al alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, para pedir que la delegación de Bienestar Social del ayuntamiento hispalense prestase su ayuda a las familias huidas del asentamiento chabolista.

Los servicios sociales municipales informaron ayer que trataban de buscar un lugar en el que atender a los acampados para evitar que pasaran otra noche al raso, sin alimentos y sin abrigo. Al cierre de esta edición, los chabolistas permanecían en el campo de fútbol de albero, junto a sus vehículos, y ya sin protección policial.

Investigación policial

La huida de El Vacie de las familias gitanas establecidas desde el martes en las Tres Mil Viviendas tiene su causa en el miedo que sufren tras el tiroteo que se vivió en el asentamiento chabolista el pasado lunes. Efectivos del Cuerpo Nacional de Policía, que actuaron en la zona esa misma noche, detuvieron entonces a una persona y a otra más a la mañana siguiente, y se incautaron de una escopeta de caza.

La investigación policial gira en torno a la hipótesis de que el tiroteo del lunes fuera un intento de venganza entre familias de origen extremeño y portugues. La causa del ajuste de cuentas podría estar en la muerte, el domingo, de uno de los atracadores de un almacén de tabaco de la empresa Logista, en Andújar (Jaén). El fallecido vivía en El Vacie y era de una de las familias implicadas en el tiroteo.

En principio, se pensó que el atracador que murió en Andújar falleció por disparos de agentes de policía que, avisados por el sistema de alarma, frustraron el intento de robo y mantuvieron un tiroteo con los asaltantes. Sin embargo, unas pruebas de balística cuyos resultados están todavía pendientes podrían desvelar que el delincuente cayó víctima del fuego de sus propios compañeros.

En cualquier caso, según fuentes policiales, en la investigación choca que el hipotético ajuste de cuentas por el atracador muerto el domingo se produjera en la tarde del lunes, sin esperar siquiera al entierro del fallecido, tal y como dicta la ley gitana. Los investigadores del Cuerpo Nacional de Policía creen que entre los asaltantes se encontraba un hermano del fallecido, que podría aclarar lo ocurrido.