A mi amigo Trigo
Hace unos días, la prensa publicaba que Herminio Trigo, como representante de Nueva Izquierda (NI) de Andalucía, se integraba en el PSOE.
Vaya por delante, como militante de NI que soy, mi respeto absoluto a las decisiones de Herminio y mi reconocimiento a su trayectoria y aportación a la izquierda andaluza. Pero en este tema de su integración en el PSOE, su actuación y forma de proceder deja bastante que desear. Y si es una persona honrada (que lo es), él sabe y deberá reconocer:
1. En los últimos años, Herminio sólo se representaba a él mismo (en Córdoba). En NI todos sabemos que a cualquier reunión o congreso de nuestro partido, de Córdoba sólo venía un afiliado: Trigo, porque era el único que había en Córdoba y provincia.
2. En el congreso que se celebró en Andalucía -antes del de Madrid- para decidir si nos integrábamos al PSOE o no, el resultado fue claro y contundente: el 87% votó no a la integración y sólo el 13% sí. Es en este punto donde digo que su actuación deja bastante que desear. Herminio debería haber tenido la valentía, la humildad y la honestidad de reconocer que él se ha integrado en el PSOE, no representado a sus compañeros andaluces, ni representando el sentir mayoritario de ese congreso, si no representándose a él solo o, como mucho, al 13% de los compañeros.
3. Hasta poquísimos días antes del congreso de Andalucía, Herminio había mantenido, al menos en las reuniones internas de NI, un discurso bastante salpicado de tics antiPSOE. Todavía recordamos su reciente y célebre frase: 'A mí estos tíos del PSOE me repatean la barriga'... o sus afirmaciones de que él no sería de los que se metería en el PSOE.
El debate para nosotros y para muchísimos votantes de la izquierda española sigue existiendo: ¿Toda la izquierda española tiene que votar al PSOE y estar metida en la casa común o, por el contrario, esa izquierda sigue siendo plural y complementaria? De forma que podamos llegar a acuerdos y a formar gobiernos conjuntos, como en Francia o Italia.
Herminio ha optado por meterse en el PSOE. Vale, pero que nos deje a los demás pensar y decidir lo que queramos y, por favor, no quieras representar, en este caso, nada más que a ti mismo.
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