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Cardenal sostiene que sus órdenes no pueden tildarse de 'injererencias'

La Memoria del fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, incluye un capítulo dedicado a argumentar la dependencia jerárquica de las fiscalías especiales respecto al fiscal general, en el que se destaca que las instrucciones y órdenes impartidas no suponen una 'injerencia o mecanismo perturbador' de la soberanía decisoria del fiscal encargado del caso.

Cardenal impuso recientemente al jefe de la Fiscalía Especial Anticorrupción, Carlos Jiménez Villarejo, que no adoptase ninguna iniciativa en el caso Piqué (en el que una parte de la Fiscalía del Supremo quería imputar al ministro Josep Piqué) sin antes consultarle. La Memoria añade que sólo desde una 'distorsión analítica' se explica que las órdenes e instrucciones convenientes al servicio impartidas por el fiscal general del Estado se presenten como injerencias en la investigación de una Fiscalía Especial.

La Memoria de la Fiscalía del Estado correspondiente al año 2000 considera que éste fue un año 'eminentemente sangriento' en el que la violencia etarra alcanzó la cota más alta de los últimos años, con 70 atentados que dejaron 23 muertos y 103 heridos. El fiscal destaca además que los actos de violencia callejera o kale borroka en el País Vasco 'se caracterizan porque la mayoría de las veces concluyen sin ningún detenido'.

Los delitos en Internet

El fiscal se pronuncia a favor de la 'inaplazable regulación' de Internet que, en su opinión, 'camina hacia una peligrosa anomia de la que nadie saldrá beneficiado'. Según Cardenal, la red de redes es un 'espacio de libertad', pero 'puede llegar a convertirse en el mejor de los campos posibles para el delito'.

La Memoria constata que en el año 2000 las denuncias por malos tratos en el ámbito doméstico aumentaron un 35% respecto a 1999 (lo que se suma al 38% de incremento experimentado de 1998 a 1999). Según la Fiscalía, ello puede apuntar no tanto al crecimiento del fenómeno de la violencia familiar, sino a la disminución de los casos que no eran denunciados. En total, en el 2000 se denunciaron 16.083 malos tratos domésticos.

Asimismo, en el año 2000 disminuyeron notablemente los delitos de homicidio y asesinato (un 12,9%), y los delitos contra la libertad sexual (un 5,7%), aunque específicamente las violaciones aumentaron un 7%.

La Fiscalía General señala que en 2000 se incoaron 3.525.036 diligencias previas, de las que un 60% se archivaron por falta de autor conocido; un 15% por no ser los hechos constitutivos de delito.

En el capítulo referido a las actuaciones contra el narcotráfico, la Memoria señala que en el año 2000 descendieron a menos de la mitad las incautaciones de heroína y cocaína, y crecieron un 10% las de hachís. Sin embargo, el número de detenidos subió en casi 10.000.

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