Los lagos dan el mando a Sevilla
Llegaron los lagos de Covadonga y decretaron el fin de la abundancia. No, la Vuelta no es una carrera al alcance de una docena de favoritos; no, el ONCE-Eroski no tenía a tres corredores en disposición de ganarla, sino a uno, Joseba Beloki; no, el Kelme tampoco era el equipo de la exuberancia juvenil, plagado de escaladores temibles, sino, simplemente, un equipo sólido con un líder joven, Óscar Sevilla; y no, el iBanesto.com no era un equipo del montón.
Subiendo los lagos, 33 minutos y 17 segundos para los 12 kilómetros, apareció Juan Miguel Mercado, de 23 años, el ciclista más joven de la Vuelta; también, quizá, el mejor escalador. Hace cuatro, Mínguez, que estaba montando el Vitalicio, lo presentó como un chavalito de 19 que le habían dicho que iba a ser un buen escalador. 'Tengo al corredor más joven del mundo', dijo. Corrió Mercado en el Vitalicio tres años, se ahorró la paliza que reciben los amateurs en España y, cuando desapareció, recaló en el iBanesto.com, trasladado por el olfato de Echávarri. Era un hombre predestinado para una misión. Quedó el tercero en la Vuelta a Portugal, en julio, y ganó la Vuelta a Burgos, en agosto. Le tocaban vacaciones en septiembre, pero Echávarri le aconsejó a Unzue que lo pusiera en la Vuelta.
Cuando pasó por delante del lugar de Cangas de Onís en el que hace cinco años Indurain dio su última pedalada, el pelotón aún iba compacto pero ya preparado para el sacrificio. En el puerto anterior, el Fito, ya los del iBanesto.com habían forzado la marcha y aprendido unas cuantas cosas: que, como se sospechaba, Olano no iba ni para atrás; que Pantani y Virenque, ni sombra de lo que eran; que Simoni, poca chicha, y que Botero, así, así; que Igor Galdeano, también.
Empezando los lagos, las sospechas se hicieron certidumbres: los que habían sufrido en el Fito volvieron a sufrir, pero con el doble de dolor cuando Baranowski, el polaco, y Jiménez aceleraron. Y las sorpresas también esperaban: cuando Mercado, a falta de siete kilómetros, se fue a buscar una victoria que un español no conquistaba en los lagos desde que Delgado lo hiciera en 1992, parecía que Heras asumía su puesto de patrón del ciclismo español, pero cuando Sevilla, pocos kilómetros después, lanzó el ataque hacia un liderato que le esperaba tras el hundimiento de Botero, atacado por la tos, Heras, sorprendentemente, hizo crac.
Después de la batalla, el recuento y las teorías. Unos hablan y no paran de la imparable renovación del ciclismo español: das una patada a una piedra y sale un escalador. Mercado tiene 23 años; Sevilla, el nuevo líder, 24. Otros destacan que los dos mejores en el Tour, Sevilla y Beloki, se jugarán la Vuelta mes y medio después. No falta quien recuerde que los 13 primeros de la etapa son españoles. Echávarri, en silencio, disfruta. La reconquista de los lagos por Mercado le permitirá, de nuevo, mirar al puerto asturiano con alegría.
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