ADMIRACIÓN SIN LÍMITES

Las integrantes femeninas del legendario grupo musical ABBA no han tenido suerte con sus admiradores. Hace tiempo, Agnetha Fältskog se vio obligada a denunciar a un admirador holandés con el que había mantenido una amistad muy estrecha por la negativa de éste a aceptar el fin de la relación. Ahora es Anni-Fri Lyngstad la que, por medio de su abogado Lennart Kanter, ha decidido demandar a su admirador australiano Grant Whittingham por haber utilizado su nombre para una página de Internet, algo que las reglas de este tipo de comunicación prohíben a menos que el interesado lo autorice. Whittingham es un admirador de ABBA -y particularmente de Anni-Fri- desde los años setenta y ha sido fundador de asociaciones de admiradores destinadas a mantener vivo el recuerdo del grupo escandinavo para las nuevas generaciones. Ahora recibirá una carta de su admirada conminándole a que antes del 14 de este mes elimine de la página de Internet su nombre, y si no obedece, deberá atenerse a las consecuencias. El abogado Lennart Kanter aclara que la conminación no cuestiona la integridad del fan, que 'ha hecho un buen trabajo' en su condición de admirador de la cantante, pero todo tiene sus límites.-