El Barça también patina

Dos jornadas no permiten grandes proyecciones, pero la Liga desliza sus dos primeras conclusiones: que el Madrid y el Barça no funcionan y que Galicia puntúa más alto que nunca con el Celta y el Deportivo en la cima de la clasificación. Al patinazo del Madrid del sábado le siguió ayer el del Barça, incapaz ante el Rayo Vallecano, que incluso tuvo contra las cuerdas a los de Rexach. A pocas horas de que la Liga de Campeones abra el telón, no son las mejores noticias para los dos gigantes del fútbol español, que, además, no podrán contar con sus joyas más valiosas: Zidane, sancionado, y Rivaldo, lesionado.

Sabedor del trompicón blanco ante el Málaga, el equipo azulgrana sembró de dudas el Camp Nou en su primera cita con la hinchada. Ausente la perla brasileña, sus compatriotas Rochemback y Geovanni simbolizaron como nadie todas las lagunas que aún exhibe este Barça. El primero, comparado desde algunos sectores con el legendario Neeskens, está tan lejos del melenudo holandés como el segundo se aproxima a la versión más gris de Simão. Son jóvenes y aún tienen opciones de mejorar, pero les falta cuajo. Todavía están verdes como para tener hueco en este nuevo Barça que debía capitalizar Saviola, que ayer se fue a la ducha antes de tiempo. A falta de orden y fútbol, los azulgrana decidieron tomarse el partido por las bravas, con Rochemback tocando la corneta, pero el experimento tampoco resultó.

Mientras Rexach se mueve en un océano de dudas, Víctor Fernández parece haber engrasado un Celta con más aplomo que nunca: dos partidos y seis goles a favor por ninguno en contra. Un tránsito tan inmaculado como el de su vecino de A Coruña, que sin apenas retoques en su plantilla asalta de nuevo la Liga y la máxima competición europea como un equipo de altos vuelos.

Tampoco tiene mala pinta el nuevo proyecto de Mané en el Alavés, que ayer se quitó del medio con enorme comodidad a la Real Sociedad y ya suma dos triunfos en dos envites. Otro de los gallitos, el Valencia, no pudo pasar del empate en el Nuevo Zorrilla. Y gracias, porque Salva rescató un punto en los últimos suspiros para el equipo de Rafa Benítez.

En Sevilla, el Betis se quitó de encima al Espanyol y respiró tras su derrota en Málaga en la primera jornada, un alivio en su reaparición en Primera.