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Las mujeres acatan la decisión judicial y no 'fuerzan' su participación en el Alarde

La compañía mixta Jaizkibel acató ayer la decisión del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) de no permitir su incorporación al Alarde tradicional de Hondarribia y no intentó forzar su participación en el desfile. Las mujeres adoptaron esta postura después de que la Er-tzaintza, que formó un cordón policial delante de ellas para impedir su paso, les informara de que no podían sumarse al acto.

Jaizkibel se reunió sobre las ocho y cuarto de la mañana en las inmediaciones de la ermita Saindua, donde enseguida se personó medio centenar de agentes de la Policía autonómica. Un mando de la Ertzaintza indicó a la capitana de la compañía mixta, Ixabel Alkain, que no podían acceder a los jardines del Arbol de Gernika, donde a esa hora se preparaban las 21 unidades del Alarde tradicional, en el que las mujeres sólo pueden participar como cantineras, para iniciar su desfile a las nueve.

'Como siempre, vamos a respetar la legalidad y no vamos a forzar nada', afirmó Alkain, quien, en cualquier caso, subrayó que es 'triste' e 'injusto' que las mujeres no puedan desfilar como soldados junto a sus hermanos y amigos en la fiesta 'más grande' de Hondarribia.

Para dejar constancia de esta 'discriminación', el centenar de integrantes de la compañía Jaizkibel decidió desfilar en un tramo de apenas cien metros hasta la llegada de los alrededor de 4.000 componentes del Alarde tradicional, que precisamente rompen filas junto a la ermita Saindua. La agrupación mixta, vigilada en todo momento por la Ertzaintza, estuvo arropada por varias decenas de personas, entre las que se encontraban la ararteko, Mertxe Agúndez, la directora de Emakunde, Txaro Arteaga, y la historiadora Idoia Estornés.

Minutos antes de la llegada de las unidades del Alarde tradicional a la ermita Saindua, sobre las diez y cuarto, la Ertzaintza comunicó a la capitana de Jaizkibel que debían disolverse, ante lo cual Ixabel Alkain rompió filas. Algunos integrantes de la compañía mixta abandonaron el lugar, mientras que otros se apostaron en las aceras y, al paso de las compañías tradicionales, corearon gritos a favor de que las mujeres puedan participar en el Alarde como soldados.

Sendas filas de ertzainas se colocaron entre los defensores del desfile mixto, que corearon el lema 'Emakumeak Alardean' (Mujeres en el Alarde) y ondearon la banderola de la compañía Jaizkibel, y las unidades del Alarde tradicional, sin que se registrara incidente alguno. Unos y otros abandonaron el lugar sobre las once y media, una vez que todas las formaciones del Alarde mayoritario, que volvieron a salir por la tarde, rompieron filas.

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'Fractura social'

La capitana de Jaizkibel declaró que la solución al conflicto que se vive en Hondarribia en torno al Alarde, y que dura ya seis años, 'no va a venir de la mano de decisiones judiciales, sino de personas que tienen capacidad para solucionarlo'. 'No puede continuar esta fractura social entre familias, compañeros de trabajo y amigos', enfatizó Alkain.

La ararteko apeló a la 'responsabilidad' de los poderes públicos para resolver este conflicto, al tiempo que hizo hincapié en que la decisión del TSJPV de no amparar de forma cautelar la incorporación de Jaizkibel al desfile de ayer, no significa que haya dado la razón en el 'fondo del asunto' a los que están en contra de su integración, pues aún no ha dictado sentencia. La directora de Emakunde criticó el uso de 'subterfugios' legales, como la privatización del Alarde, para 'discriminar' a las mujeres.

Por su parte, el burgomaestre del Alarde tradicional, Beñardo Lazkanotegi, se felicitó por el desarrollo del acto, con el que Hondarribia cumple su voto de agradecimiento a la Virgen de Guadalupe por su victoria frente al ejército francés en 1638, y resaltó que 'los ánimos están más calmados' este año, el primero de los últimos tiempos que la fiesta transcurre sin incidentes.

La compañía mixta Jaizkibel desfiló ayer en  cien metros ante el cordón policial que impedía su acceso al Alarde tradicional de Hondarribia.
La compañía mixta Jaizkibel desfiló ayer en cien metros ante el cordón policial que impedía su acceso al Alarde tradicional de Hondarribia.JAVIER HERNÁNDEZ

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