'No me veía en este equipo'

Lucio Angulo es una de las grandes sorpresas en la selección. A sus 28 años y después de haber sido internacional en sólo 15 ocasiones, está triunfando cuando hace apenas dos meses ni siquiera soñaba con la llamada de Javier Imbroda.

'Ésa es la verdad', cuenta; 'no me veía en el equipo por la cantidad de buenos aleros que hay y porque en el Madrid he sido la tercera opción, por detrás de Herreros y mi hermano'. Pero Imbroda habló con él, le explicó lo que deseaba -'un trabajo de especialista, que es lo que soy'- y no sólo se ha afianzado como titular, sino que resultó decisivo en el trascendente triunfo sobre Rusia, especialmente con los dos robos del balón y las consiguientes canastas que logró en los últimos instantes.

Angulo, que lleva ocho años en la Liga ACB a la sombra de su hermano Alberto, tres años mayor que él, es un escolta de corte defensivo que en la selección se ha encargado en varias ocasiones de marcar al base rival.

Su incorporación al equipo no fue, sin embargo, muy afortunada. Horas antes sufrió un accidente de coche en el que perdió unos instantes la consciencia. Recibió 12 puntos de sutura en la frente y mucha gente ha creído que las gafas que ahora utiliza para jugar son consecuencia de aquel golpe. No es así. Las lleva para protegerse los ojos, como le recomendaron que hiciese durante seis meses tras una reciente operación para eliminar las tres dioptrías que tenía en cada uno.

Su estilo de juego, duro y agresivo, le ha llevado a mantener roces con algún compañero ahora en la selección, como el de la última final de la Liga ACB con Gasol, con quien comparte precisamente habitación en Turquía. Con la misma pasión, avisa: 'Estar ya clasificados para el Mundial nos ha quitado un poco de presión, sobre todo la exterior, pero ahora debemos autoexigirnos para lograr una medalla'.