España, contra la historia
La selección no gana a Yugoslavia en un torneo oficial desde 1984
Los Ángeles, 1984. Allí y entonces se produjo la gran gesta del baloncesto español, la que le dio la medalla de plata en aquellos Juegos Olímpicos. Viene a cuento porque hoy (20.15, La 2) la selección vuelve a afrontar un compromiso de altos vuelos y enfrente tiene al gran favorito del Campeonato de Europa, Yugoslavia, el equipo a costa del cual se hizo historia con la clasificación para la final frente al de Estados Unidos, liderado por Michael Jordan. Han transcurrido 17 años desde aquel hito de la generación de Epi, Fernando Martín, Corbalán, Romay, Jiménez, Sibilio... Y desde entonces España no ha vuelto a ganar a Yugoslavia en una competición oficial, aunque sí lo hizo en partidos amistosos jugados en 1990 y 1998.
Yugoslavia es un conjunto que acompleja, que apabulla, que en estos 17 años lo ha ganado prácticamente todo. Stojakovic, Bodiroga, Jaric, Tarlac, Tomasevic... Muchos jugadores excepcionales que, junto a otros de gran nivel, han desarrollado hasta ahora un torneo realmente fantástico: son los únicos invictos y mantienen una demostración de poderío tan reveladora como la manera en que arrollaron en los cuartos de final a Letonia: 114-78.
En la selección española reina un ambiente de euforia, de relajada espera después de haber logrado el objetivo de clasificarse para el Mundial. Pero los jugadores no se conforman. Raúl López rechazó ayer la tentación de caer en el conformismo: 'Llegar aquí y pensar que ya está bien no sería bueno. Queremos lograr lo máximo y lo máximo es quedar los primeros'. Javier Imbroda, tampoco. 'Ya va siendo hora de dar un paso adelante en motivación y convicciones', afirmó el seleccionador, aunque también admitió que 'Yugoslavia está un peldaño por encima de los demás'.
El cuadro yugoslavo trataba ayer de matizar su teórica superioridad. 'Todo parece muy bonito, pero no tenemos la experiencia para considerarnos seguros favoritos', comentó su técnico, Svetislav Pesic. 'Somos conscientes de nuestra fuerza, pero también sabemos que no somos invencibles', agregó Dejan Bodiroga, ex alero del Real Madrid y ahora en las filas de Panathinaikos.
Gasol: 'No estoy cómodo'
El estilo de juego que ha venido desplegando la selección e incluso su confección han obligado a Pau Gasol a actuar de manera diferente a como venía haciéndolo en el Barcelona. Sin los 2,18 metros de Dueñas al lado, después de que el pívot azulgrana renunciase al Europeo para fortalecer su maltrecha espalda, el ya nuevo ala-pívot de los Grizzlies de Memphis ha tenido que aplicarse más en las labores de rebote e intimidación en la defensa.
Gasol expuso ayer las dificultades que tiene para jugar con este estilo. 'No estoy cómodo ni a gusto', confesó, 'con el tipo de zonas que estamos jugando en la defensa. No estoy disfrutando. Juego tenso y me resulta muy difícil olvidarme de la presión. Además, me están haciendo marcajes muy duros. Pero tengo que madurar y saber que eso da más ventajas a mis compañeros. Así, estoy haciendo un bien para el equipo'.
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