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CARTAS AL DIRECTOR
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

'El Espectador'

Como columnista de El Espectador y cercano testigo de la trayectoria periodística de los Cano, en sus buenos momentos, y en los más tristes episodios de su experiencia como dueños de un periódico y como seres humanos, me conmueve la crónica de Olga Gayón [publicada el pasado 2 de septiembre]. Visto en retrospectiva, las luchas que El Espectador emprendió tuvieron como signo indeleble la soledad. En lo más terrible del Gobierno de Turbay Ayala (1978-1982), donde se instauraron los pilares de la guerra sucia (desapariciones, torturas), Guillermo Cano y su barco de papel fueron las únicas voces que se alzaron dentro del establishment para condenar los atropellos que se cometían y alertar sobre los peligros de la instauración de un Estado policía en Colombia. De igual modo sucedió con la larga batalla contra los autopréstamos del Grupo Grancolombiano, cuyo poder de soborno y chantaje silenció muchas voces intimidadas por el poder del dinero. La situación, en lugar de mejorar, empeoró, y con el auge del narcotráfico, y el deterioro del conflicto armado, con la presencia cada vez más creciente de los paramilitares. El Espectador se movía en aguas demasiado turbulentas.

Guillermo Cano combatió a Pablo Escobar, y éste le respondió con balas. Y, una vez más, quedaba claro que, hasta ese momento, la voz del director del periódico más antiguo de Colombia era un heroico pero solitario testimonio de defensa de unas ideas, así ellas fueran equivocadas o ingenuas. Tres años atrás, la sociedad colombiana, el poder, habían dejado solo al ministro de Justicia de la época, a Lara Bonilla, asesinado por los sicarios del cartel de Medellín. Es claro, y de alguna manera lógico, que El Espectador tenga este final. Es la expresión más contundente de lo que ha sido el ejercicio del poder en Colombia. La crónica de Olga Gayón se encarga de demostrarlo con enjundia y perspectiva histórica.

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