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Rodríguez Menéndez dice que su mujer habría heredado 8.000 millones en caso de morir él

El letrado testifica en la Audiencia que Laura le 'llevó al matadero como a un cordero'

El abogado José Emilio Rodríguez Menéndez declaró ayer que su ex esposa, Laura Fernández, de 31 años, habría herededado un patrimonio superior a los 8.000 millones de pesetas si él hubiese muerto como consecuencia del disparo que le descerrajó en 1999 José Ignacio Rocha, Nacho, amigo de Laura. Este testimonio se produjo durante la tercera sesión del juicio que se celebra en la Audiencia de Madrid contra su ex mujer, acusada de ser la inductora del intento de asesinato, y otras tres personas. El disparo se produjo el 17 de junio de 1999 en los aledaños de su chalé.

Nacho, que iba de paquete en una Kawasaki conducida por el también procesado Rafael Bravo, esperó la llegada a casa del letrado y efectuó un único tiro que a punto estuvo de segarle la vida. Al abogado, de 51 años, se le quebró la voz tres veces mientras recordaba ante el tribunal el preludio de su boda y los detalles de su intento de asesinato. Las lágrimas también afloraron a los ojos de su ex esposa, sentada tras él, en el banquillo de los acusados. Nacho y Laura se enfrentan a 12 años de cárcel.

Durante la sesión de ayer se produjo un notable rifirrafe dialéctico entre Jaime Sáez de Bremond, abogado de Laura, y Rodríguez Menéndez. Buscando respuestas para tratar de demostrar que Laura tenía problemas con el alcohol y las drogas y que su intervención en este asunto se limitó a urdir junto a Nacho un robo en el chalé del abogado, Sáez de Bremond hurgó incluso en la vida íntima de la pareja.

-¿No es cierto que conoció a su ex mujer tras haberla contratado para un servicio?

-Eso es absolutamente falso -repuso el abogado-. Me enteré de que se había dedicado a la prostitución por la prensa, tras salir del hospital; en abril de 1998 me la presentó una amiga común en una discoteca; ella me contó a mí que era economista.

Rodríguez Menéndez desplegó toda su artillería para evitar que Sáez de Bremond utilizase sus respuestas como argumentos de defensa. El testigo sólo admitió que las veces que fue infiel a su esposa se podían 'contar con los dedos de una mano', y negó que una de ellas fuese durante el viaje de novios: 'Eso es falso'.

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El abogado testificó visiblemente molesto por la declaración que efectuó Laura el martes ante el tribunal, y durante la cual dijo que ella 'sólo habría heredado deudas' si su marido hubiese muerto. Según el abogado, cuatro meses después de la boda, en noviembre de 1998, redactó un testamento en el que declaró a Laura su 'heredera universal'. La tesis de Sáez de Bremond es que Laura nunca pudo idear la muerte de su marido porque sabía que la Audiencia de Madrid le había declarado insolvente.

Consciente de que Hacienda le investiga por delito fiscal, Rodríguez Menéndez anunció que posee un patrimonio superior a los 8.000 millones de pesetas en acciones de empresas, bienes inmuebles y cuentas bancarias. 'Lógicamente, no están a mi nombre, pero yo soy el legítimo dueño de esas sociedades. Mi residencia fiscal está en Estados Unidos; y las cuentas, en el extranjero: Miami, Ginebra y otros países', aclaró. 'Si me hubiese pasado algo, ella lo habría heredado todo; de hecho, entre los albaceas nombré a su propio padre', destacó.

El letrado agregó que todos los meses entregaba a su mujer más de dos millones de pesetas, 'la mayoría en efectivo', que 'ella se gastaba en tiendas'. Laura había declarado que con el dinero que le daba su marido ella debía pagar al personal del servicio doméstico de la casa. 'Eso es falso', saltó ayer Rodríguez Menéndez. 'Les pagaba yo, ¡que citen a los empleados al juicio!', espetó. 'Ella llegó al matrimonio sin un duro, lo pagué yo todo...', enfatizó. 'Durante los 11 meses de matrimonio me gasté más de 200 millones en ella: en joyas, viajes, en El Corte Inglés...'

'Dos tortas'

El testigo comentó que Laura, -con quien se casó 'muy enamorado', dijo- 'era propicia al alcohol, pero no alcohólica'. Añadió también que ignoraba que ella consumiese drogas. 'No se lo habría permitido, me repugna la gente que toma drogas'. Según el abogado, su relación con Laura 'estaba mal' en los últimos meses, motivo por el que un día antes del crimen hicieron separación de bienes futuros, aunque 'el testamento seguía en pie'. Rodríguez Menéndez afirmó que el mismo día del crimen su esposa le 'convenció' para que, en lugar de viajar directamente desde Bilbao a Málaga, donde 'al día siguiente tenía un juicio', se pasase por Madrid para estar con ella, ya que esa noche se cumplían justamente 'once meses' desde el enlace matrimonial. 'Me llamó como a un cordero para llevarme directamente al matadero', resumió.

A preguntas del defensor de Laura, el testigo indicó que 'en una ocasión' dio 'dos tortas' a su mujer porque ésta se ausentó de la casa sin decir adónde había ido. 'Volvió sobre las cinco de la madrugada, totalmente ebria; se cayó al suelo al entrar, y yo le había dicho que si bebía nos separaríamos. Lamenté haberle puesto la mano encima, pero estaba nervioso por si había tenido un accidente', contó. Para reconciliarse, al día siguiente la llevó 'a cenar a uno de los mejores restaurantes de París', narró.

José Emilio Rodríguez Menéndez (con barba), durante su declaración. Detrás, en el banquillo, su ex mujer.
José Emilio Rodríguez Menéndez (con barba), durante su declaración. Detrás, en el banquillo, su ex mujer.LUIS MAGÁN

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