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Reportaje:CRÍTICA | 'La mugre y la furia' | 58ª MOSTRA DE VENECIA | CINE

Un robot demasiado humano interpretado por un perfecto niño-robot

El actor Haley Joel Osment, de 13 años, muestra sus dotes de superdotado y aventura lo que puede ser el futuro

Haley Joel Osment, el niño prodigio que interpreta el papel de un robot demasiado humano en Inteligencia artificial, la película de Steven Spielberg estrenada ayer en Venecia, dejó de una pieza a la prensa especializada de la Mostra. Si en el filme, estrenado este verano en Estados Unidos, encarna el complicado papel de un robot excesivamente humano, en la realidad, su pequeña y repeinada persona parece responder más a la perfección de un robot programado por mentes superiores que a un niño de carne y hueso. No se trata sólo de que sea un prodigio de habilidad (juega al golf como un profesional y ayer llegó al Lido pilotando él mismo la lancha que le traía), lo que sorprende (y espanta un poco) es su capacidad de estar en medio de los flases de los fotógrafos, de las cámaras y los micrófonos con la naturalidad de un veterano de Hollywood. Haley Joel Osment explicó ayer, sentado en la mesa de las conferencias de prensa, con el dominio de un productor veterano, que empezó en 'esto del cine' muy joven. 'A los cuatro años hice mi primera prueba para un anuncio publicitario. A partir de ahí, todo ha sido sencillo'. Con 13 años cumplidos, este jovencísimo actor ha triunfado ya con la película El sexto sentido y ha sorprendido con AI.

El hecho de que el filme haya sido mal acogido por la crítica norteamericana y, sobre todo, que su rendimiento en taquilla haya sido más que decepcionante, habría que achacarlo, según la joven estrella, 'a que en él se hace una reconstrucción muy precisa de lo que puede ser el futuro. Hoy estamos muy lejos de la época que se representa en Inteligencia artificial, seguramente habrá que esperar un tiempo antes de que la gente lo aprecie'.

Interpretar a David, un robot diseñado para experimentar sentimientos humanos, no le ha resultado especialmente difícil. 'Los primeros días fue un poco molesto actuar sin mover los ojos, como un robot, pero luego todo el rodaje fue estupendo. En el plató había una atmósfera muy profesional y no he tenido nunca problemas de concentración. El trabajar con Steven [Spielberg] ha sido sencillamente fantástico. Incluso cuando no te dice nada, cuando no te da instrucciones sobre cómo abordar una escena, simplemente verle en el plató es sensacional, te enseña ya un montón'.

Tampoco le agobia el futuro, con todas las expectativas que ha despertado su carrera tras El sexto sentido y AI. 'No. Actuar me gusta mucho, por eso lo hago. Pero no me agobia pensar qué voy a hacer después. En estos momentos no estoy rodando nada, aunque tengo varios guiones que leer'.

Posibilidades

El fallecido Stanley Kubrick, que se planteó por primera vez hace décadas la posibilidad de hacer una película sobre la inteligencia artificial y las infinitas posibilidades de cambiar la sociedad humana que ofrecía, hubiera aprobado seguramente la elección del pequeño Osment como protagonista del filme. En realidad, la prensa acreditada en Venecia ha visto más la mano de Spielberg, acaso excesivamente edulcorada y épica, en una historia que, según los productores de la Warner, 'respeta desde el principio al final el esquema pensado por Kubrick'. Cuando el gran cineasta pensó en filmar la historia a mediados de los noventa, tuvo que abandonarla por los problemas técnicos que entrañaba. Spielberg los ha superado ahora ampliamente, y el pequeño Osment ha tenido una contribución esencial.

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