Ernest Maragall recuerda al PP que el responsable de la seguridad es el Gobierno de Aznar

La acusación de tolerar la violencia urbana lanzada el lunes por el presidente del PP de Cataluña, Alberto Fernández Díaz, contra la izquierda catalana provocó ayer un alud de réplicas. El concejal y portavoz del equipo de gobierno de Barcelona, Ernest Maragall, rechazó las acusaciones y las atribuyó a la preocupación existente en el PP por que 'se ha producido un aumento de la inseguridad bajo el Gobierno de Aznar y con una buena situación económica'.

Maragall destacó que los brotes de violencia urbana 'no son responsabilidad de ningún gobierno local, sea del color que sea' y aconsejó al dirigente del PP catalán que analice la situación existente en Madrid en materia de inseguridad.

Mucho más beligerante, el portavoz del PSC, Miquel Iceta, afirmó que es 'indigno e irresponsable' que el PP intente eludir la responsabilidad que le compete en materia de seguridad en su condición de partido de Gobierno en España. Iceta dijo que acusaciones como las lanzadas por Alberto Fernández Díaz contra los alcaldes de Barcelona, Terrassa y Cornellà de Llobregat son más propias de un 'sinvergüenza' que de un dirigente político.

También muy contundente se mostró Rafael Ribó, de Iniciativa-Verds. 'Cuando Alberto Fernández aún llevaba pantalones cortos y muchos de sus actuales compañeros la camisa azul , nosotros ya hacía tiempo que luchábamos contra todo tipo de comportamientos antidemocráticos', afirmó. Y luego le reprochó ser víctima del tic autoritario que le lleva a pretender la 'deslegitimación de los partidos del arco democrático'.

El sueldo de los guardias

El secretario general de Esquerra Republicana (ERC), Josep Lluís Carod, calificó de 'irresponsable' la posición del PP de Cataluña al instrumentalizar con finalidades electoralistas los problemas de inseguridad ciudadana. Puestos a comparar dónde hay más violencia urbana, el dirigente republicano dijo que Fernández Díaz tendría que poner sus ojos en Navarra, una comunidad foral que gobiernan los conservadores y en la que son muy frecuentes los actos de violencia callejera.

Los republicanos anunciaron ayer que propondran en el Parlament el traspaso a la Generalitat de las fuerzas de la Guardia Civil y la policía nacional que operan en Cataluña mientras no se completa el despliegue de los Mossos d'Esquadra.

Tras recordar que las fuerzas policiales están infradotadas en Cataluña, Carod consideró 'estrambótico' que el partido del Gobierno responsable de esta situación achaque la culpa de la inseguridad ciudadana a los ayuntamientos de izquierda.

Carod pidió además que se equiparen las condiciones de vida y laborales de los miembros de la Guardia Civil y de la policía nacional destinados en Cataluña con los de los Mossos d'Esquadra.