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INCERTIDUMBRE SOBRE LA GRAN CITA CULTURAL DE BARCELONA

Clos pretende impulsar una reforma en profundidad de la estructura del Fòrum 2004

El presupuesto aprobado prevé que las administraciones aporten 18.970 millones de pesetas

Duran verbalizó ayer lo que el lunes ya tenían en mente algunos dirigentes de CiU: la culpa del 'embrollo' es de Maragall. 'Si fuéramos malos explotaríamos el fracaso de Fòrum contra su impulsor', señalaba el lunes un destacado dirigente de Convergència. Inesperadamente la crisis del Fòrum se ha convertido para CiU en un providencial balón de oxígeno, un arma política llovida del cielo en vísperas del debate de política general y, sobre todo, de la moción de censura que el líder socialista presentará el próximo mes de octubre.

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Duran verbalizó ayer lo que el lunes ya tenían en mente algunos dirigentes de CiU: la culpa del 'embrollo' es de Maragall. 'Si fuéramos malos explotaríamos el fracaso de Fòrum contra su impulsor', señalaba el lunes un destacado dirigente de Convergència. Inesperadamente la crisis del Fòrum se ha convertido para CiU en un providencial balón de oxígeno, un arma política llovida del cielo en vísperas del debate de política general y, sobre todo, de la moción de censura que el líder socialista presentará el próximo mes de octubre.

'En el inicio de esta apuesta por el Fòrum 2004, Maragall, entonces alcalde de Barcelona, se despertó y con entusiasmo olímpico dijo que para 2004 harían en Barcelona una Expo, cuando la Expo ya estaba adjudicada, y como no sabía qué hacer hizo un Fòrum de les Cultures, y ahora estamos donde estamos'. Esto invalida a Maragall como presidente, porque 'no se puede gobernar un país desde la fantasía', agregó. El primer secretario del PSC, José Montilla, le respondió: 'Mientras Maragall es el tipo de político con capacidad de gestión comprobada, Duran tiene el dudoso honor de ser el ejemplo de político que sólo habla, viaja y hace la vista gorda ante la corrupción'.

CiU se decidió a jugar su inesperada baza mientras la Generalitat sostenía oficialmente su apoyo al Fòrum y quitaba hierro a las declaraciones de Duran, señalando que hablaba como dirigente de un partido. En la reunión entre Pujol, Mas y Duran -con el Fòrum como único tema a tratar- se puso de relieve que el Gobierno catalán quiere un golpe de timón que reduzca la ambición de proyecto y abarate costes. 'Los datos eonómicos que ha manejado Caminal son alarmantes', señalaron fuentes de la dirección de CiU. 'Somos conscientes de que en muchas cosas no hay marcha atrás, pero se debe racionalizar todo', agregaron.

Abierta la crisis, los nacionalistas se desentienden ahora de las cifras y proyectos que ellos mismos han aprobado junto al Ayuntamiento y al Gobierno central.

Estas tres administraciones anunciaron ayer que se han dado un plazo de 10 días para llegar a un acuerdo sobre el nuevo consejero delegado. Ayer, el alcalde, Joan Clos, asumió el mando de la organización y delegó en el concejal de Cultura, Ferran Mascarell, la toma de algunas decisiones del día a día para que no se paralice la organización del evento. El alcalde es el presidente del consorcio y en ausencia del consejero delegado le corresponde tomar las deciciones ejecutivas. Ayer, Clos acudió a las oficinas del Fòrum en la torre Mapfre de Barcelona con un mensaje claro: que no cunda el pánico. Fue una reunión para dar ánimos al personal. A ese encuentro, le siguió otro, entre Clos y el equipo de dirección del Fòrum, en el que examinaron el estado de las cosas y las decisiones que se debían tomar para evitar que se paralizara la organización del evento.

A esa reunión ya asistió Ferran Mascarell, concejal de Cultura, que fue delegado por el alcalde para la toma de algunas decisiones: 'las del día a día del Fòrum', puntualizaron varias fuentes consultadas, que se apresuraron a negar que el responsable del área de Cultura pudiera sustituir al dimisionario Caminal. El propio Mascarell dejó claro que no figuraba entre sus previsiones.

Mientras no se despeje la incógnita de quién será el futuro consejero delegado, los responsables municipales consideran la posibilidad de que el Fòrum experimente una profunda reforma de estructura y de funcionamiento.

El convencimiento de que una de las deficiencias del Fòrum es su estructura de funcionamiento- todas las decisiones tienen que ser aprobadas por el consejero delegado y ratificadas por el consejo de administración- y que ello ha provocado la indefinición del proyecto y su estancamiento ha llevado al Ayuntamiento de Barcelona a plantear un cambio sustancial en la estructura. Eso y las múltiples críticas que ha recibido el proyecto antes y despúes del capítulo de Caminal también han influido en la necesidad de replantear las cuestiones organizativas.

Dirección tricéfala

En esa hipotética reforma, la figura del consejero delegado no sería tan decisiva. Incluso podría haber una dirección tricéfala, con un representante de cada una de las tres administraciones: la Central, la autonómica y la municipal. Lo que el Ayuntamiento tiene claro es que ello no deberá comportar modificaciones sustanciales en la dimensión y el contenido del proyecto.

Esa opinión era compartida ayer, al menos oficialmente, por Carles Duarte, secretario general de Presidencia de la Generalitat y miembro del consejo de administración del Fòrum, y por el subsecretario del Ministerio de Cultura, Mariano Zabía.

'El Fòrum está bien como está y no se puede demorar eternamente la toma de decisiones' decía Duarte, aunque añadía que tal vez habría que 'meditar' sobre algunas de las observaciones de Caminal. El efímero ex consejero delegado llegó a la conclusión de que el presupuesto era excesivo, como inicialmente sostenían CiU y el PP, y además disentía del enfoque.

El subsecretario del Ministerio de Cultura, Mariano Zabía, declaró a este diario que lo importante es que las tres administraciones continúen actuando siempre por consenso, y añadió que sería 'precipitado' hablar de replantear todo el proyecto. 'Eso sería muy radical y ahora conviene reflexionar', puntualizó. Sin embargo, también apuntó que tal vez se podría aprovechar para ver si todos los proyectos del Fòrum 2004 'son igualmente viables'.

Mientras las administraciones se pronunciaban ayer con cautela, los dirigentes de los partidos en la oposición del Ayuntamiento abundaban en la crisis con críticas no sólo a la forma de dirigir el proyecto, sino al contenido del mismo. El grupo municipal del Partido Popular insistió en la necesidad de recortar el presupuesto. Éste se cerró finalmente en 51.500 millones de pesetas, de los cuales 18.970 millones serán sufragados por las tres administraciones a razón de 6.323 cada una en aportaciones ordinarias y en forma de avales. De acuerdo con el presupuesto aprobado por unanimidad, la Administración central y la Generalitat asumen un riesgo máximo de 10.000 millones cada uno. Todo el déficit que pudiera producirse por encima de esa cantidad será responsabilidad del Ayuntamiento.

El 'día a día', en manos del concejal Mascarell

Ferran Mascarell, concejal de Cultura y miembro del consejo de administración del Fòrum, asumió ayer, por delegación del alcalde, las decisiones del 'día a día' del Fòrum, según se apresuraron a matizar en el Ayuntamiento de Barcelona ante las interpretaciones de que el concejal podría ser un posible candidato a consejero delgado, algo que también negó él mismo. Lo cierto es que Mascarell es una de las personas clave en todo lo relacionado con el Fòrum y que, precisamente, seguía más el día a día hasta ahora. Mascarell, que ha sido una de las voces en la sombra más criticas respecto a la manera de funcionar del Fòrum 2004, afirmaba ayer que no entendía los motivos de la renuncia de Caminal con el que mantuvo seis reuniones durante julio y agosto. Según él, a Caminal se le veía sólo 'algo angustiado'.

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