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Reportaje:

Orio no deja margen a la improvisación

La tripulación guipuzcoana confirma su favoritismo con una clara victoria en la primera jornada de La Concha

La Bandera de La Concha puede ser una regata diferente, sí. El escenario pesa, las calles condicionan y el estado de la mar puede torcer la jerarquía más elemental. Cierto, pero cada vez menos. El remo se aleja a palada limpia de la improvisación, del amateurismo elemental y de la casualidad para abrazar el empirismo científico que regula la mayoría de los deportes agonísticos. La victoria de Orio, el favorito estelar para adjudicarse la primera jornada de la cita donostiarra, no tiene, en consecuencia, nada de especial.

Su recorrido confirma a los aguiluchos como la tripulación más poderosa del gremio, un grupo sólido y eficaz que empezó la temporada en sordina para despedirla al galope. Una costumbre estos últimos años. Detrás, sólo Koxtape faltó a la lógica: descarriló y no estará el domingo que viene entre las cuatro mejores. Su hueco lo ocupará Hondarribia para confirmar, de paso, la progresión apuntada estas últimas semanas. Castro (Cantabria) y Tirán (Galicia) vivieron circunstancias distintas para dilucidar el segundo puesto. Los gallegos, que partieron en la primera de las dos tandas programadas, no tuvieron la referencia de Orio y se limitaron a bordar una carrera en solitario que les colocó a ocho segundos de la vencedora. Castro afrontó su mano a mano con los oriotarras en plan enérgico: su patrón, Korta, entendió que no cabía más estrategia que remar 'al cien por cien' y esperar que los de amarillo sólo pudieran hacerlo 'al noventa por cien'. No hubo suerte. 'Orio tiene mucho más motor que nosotros, y no hay nada que hacer contra eso', reconoció el patrón de la trainera cántabra, tercera a escasos dos segundos de Tirán.

Vencedora aquí hace un año, imbatida desde el 8 de agosto y en gran forma, Orio debería limitarse la próxima semana a confirmar lo esperado. Castro y Tirán se pegarán por el segundo puesto ante la mirada de Hondarribia, que, aunque no inquietara a las tres mejores, fue una sorpresa. Una de las pocas que ayer se dieron en La Concha.

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