_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Prodigios

Como los gitanos de Cien años de soledad, que cada primavera volvían a Macondo en medio del estrépito de su feria de inventos, los políticos del PP se preparan a desembalar de cara al nuevo curso los prodigios que han de condensar la fantasía de los ciudadanos. Proclamarán otra vez sus habilidades asombrosas, anunciarán sus proyectos y maldecirán a cualquiera que ponga en duda la eficacia de sus artificios. El problema es que la memoria de la gente guarda ya de otros años el recuerdo de tanta maravilla voceada y que en los trasteros se almacenan cachivaches que nunca funcionaron. Nadie habrá hecho, jamás, tantos colegios, gritarán con alboroto los saltimbanquis, ante la mirada reticente de quienes no los ven y empiezan a pensar que son una quimera. Nuestra sanidad es envidiada casi en el mundo entero, recitarán los loros, tal vez porque en un hospital valenciano han tardado semanas en caer en la cuenta de que los enfermos renales morían de repente enchufados a sus máquinas de diálisis. Como es bien sabido, la irradiación de la cultura de aquí seguirá sin tener parangón, aunque la insólita Bienal de las Artes haya revelado un magnetismo más bien paupérrimo para tanto alarde. Es probable, aunque nunca se sabe, que la atracción del comedor de fuego no salga del baúl, vista la devastación que un incendio forestal de grandes proporciones ha producido en Xert a finales de agosto. No faltará a la cita el prestidigitador, aunque su número con las monedas ya no engañe a nadie porque las cuentas de la deuda son tercas como una mula. El malabarista de seis brazos intentará distraer la atención para que nadie repare en el cantante de poderosa voz que abandona por la puerta de atrás a una troupe que niega conocerlo. Figurantes de Terra Mítica declamarán en vano que son embajadores del primer parque temático de Europa. Y en fin, consejeros, parlamentarios, presidentes de diputaciones, alcaldes, concejales y hasta periodistas entonarán romanzas en honor de un líder que no es coronel, ni se llama Aureliano Buendía, que no emprendió treinta y dos guerras, ni las perdió todas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_