Barcelona recibe a 200 religiosos y políticos en unas jornadas para dialogar por la paz

La comunidad de San Egidio desembarca en Barcelona. Esta asociación católica, formada por cerca de 40.000 laicos de 60 países, promueve en sus encuentros anuales el diálogo por la paz y el ecumenismo.

Este año, se calcula que unas 5.000 personas participarán como público en las 18 mesas redondas y las celebraciones religiosas que se llevarán a cabo en diversos puntos de Ciutat Vella. Entre los políticos invitados intervendrán el presidente de Kosovo, Ibrahim Rugova; el de Costa de Marfil, Laurent Gbagbo; el ex presidente de Portugal Mario Soares; el senador y ex primer ministro italiano Giuliano Amato, así como el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, y el alcalde de Barcelona, Joan Clos.

La comunidad de San Egidio nació en Roma y es conocida como la 'ONU del Trastevere' -barrio romano donde la comunidad inició sus actividades- por su trabajo de mediación en los conflictos internacionales. Esta vocación comenzó en 1992, cuando la comunidad de San Egidio participó en el proceso de paz de Mozambique, una guerra que causó casi un millón de muertes.

'El diálogo es un instrumento decisivo para apagar los odios, prevenir los conflictos y resolverlos', afirmó el fundador de San Egidio, Andrea Riccardi, durante una conferencia de prensa, ayer, a la que también asistieron representantes de la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona, y el arzobispado, instituciones que colaboran en el encuentro.

Riccardi recibió el pasado mayo el Premio Internacional Catalunya 2001 por la ayuda que su institución presta a los más necesitados. Este historiador del cristianismo y catedrático de la Universidad de Roma impulsó a los 18 años una labor de asistencia en los barrios periféricos romanos tras los nuevos aires que trajo el Concilio Vaticano II en 1965. La comunidad de San Egidio institucionalizó sus encuentros en 1986, cuando celebró una jornada mundial de oración en Asís, que presidió Juan Pablo II.

Quince años después, el encuentro tendrá por escenario el teatro del Liceo. En la inauguración estarán el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué; el cardenal enviado por la Santa Sede, Roger Etchegaray; el cardenal de Barcelona, Ricard Maria Carles; el rabino jefe de Israel, Meir Lau, y el patriarca de la iglesia ortodoxa de Etiopía, Abuna Paulos.

Cerca de 20 cardenales católicos, 11 patriarcas, 7 obispos evangélicos y varios dirigentes judíos y musulmanes completan la representación religiosa.

Riccardi hizo especial hincapié en la presencia de religiosos africanos: 'En este encuentro África es muy importante por la gran responsabilidad que todos tenemos en los conflictos de este continente. Hay una tendencia a pensar en norte y sur o en el cristianismo y el musulmán como contraposición'.

Además, Riccardi destacó que 'las diferencias [religiosas] pueden ser riqueza o pueden transformarse en un motivo fácil para que los políticos sin escrúpulos creen guerras'.

La comunidad de San Egidio ha elegido Barcelona como sede de su 15º encuentro ecuménico por 'la particular historia de Cataluña, que vive su identidad no en repliegue, sino con apertura y conexión con el exterior'.

Los diferentes líderes religiosos clausurarán el encuentro el próximo martes con una procesión hacia la catedral de Barcelona, donde se proclamará el Manifiesto de Paz 2001 y se leerá un mensaje al papa Juan Pablo II.