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Crítica:POESÍA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Entre el nunca y el siempre

En el segundo libro de Esther Morillas, la reflexión poética media entre lo público y lo privado, entre la imagen exterior y la conciencia interior.

MUJERES

Esther Morillas Pre-Textos. Valencia, 2001 67 páginas. 1.500 pesetas

Los poemas de Esther Morillas (Jaén, 1968) mueven escenarios que reconstruyen, en una mezcla de sentimientos y circunstancias, fragmentos significativos de una vida de diario: las imágenes, los objetos y las acciones se suceden en un espacio común donde el tiempo y los días pasan, y a la vez, hacen posible la reflexión sobre la naturaleza misma de esos mecanismos en el peso de la conciencia íntima. Tras los poemas en prosa de Algunas ciudades (Pre-Textos, 1994), la musicalidad tradicional del verso mide una escritura que en Mujeres se instala en una efectiva y estratégica síntesis donde la reflexión poética media entre lo privado y lo público, entre el sentimiento y una conciencia que, acaso objetiva, viene a cerrar los poemas a modo de enseñanza y balance en el que todo se quiebra o se ajusta, y cuyo propósito no parece ser otro que el de 'dejar esta sorpresa / de lo que no tiene remedio'.

Más allá de la glosa de los hechos, de su extraño sentido familiar y de un desarrollo volcado hacia lo narrativo, estos componentes crean una unidad de tono que busca una tensión cambiante, un pulso convincente que facilita enunciados sobre la realidad que se desarrollan diversos, a modo de monólogos dramáticos, pero también como meditación libre y personalizada donde las matizadas palabras 'caen al aire, vencidas, / y muchas cosas pasan ante mí. / Tienen que ver conmigo casi todas, / y muchas las invento'. Se convierte así ese territorio de lo real en otro más lejano, soñado o inventado, pero sincero y presente, distanciado.

Los poemas se parecen a la vida, son imagen exterior y conciencia interior confundidas en esa mujer que es 'invisible y presente, / la invitada fantasma / con la que bailan todos'. Son planos de película en los que es 'todo liso, / superficie sin vetas', meditación distanciada, sentido incierto y provisional, alusión y resonancia, misterioso suspense. Mujeres logra sus mejores poemas cuando el discurso interiorizado se abre nítido a la cercanía de lo insólito, y se aleja de ese centro cuando la indagación se difumina en la simplicidad de la costumbre. Libro bien escrito y pulcro, breve y escueto, de luces oblicuas y secretos retazos, que se quiebra justo en ese punto de verdad imaginado entre el nunca y el siempre, y del que vuelve indemne.

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