El león
Una vez más la sociedad vasca está conmocionada por un trágico suceso, un león ha devorado a una mujer y casi hace lo propio con su nieto de 16 meses. Los domadores del león más mortífero y famoso de Euskadi (que no es el de la Metro) han saltado como un resorte clamando la inocencia de la fiera. No ha sido nuestro león, gritan, nuestro león no es tan malo, no come niños inocentes, sólo devora concejales fascistas y opresores de las fuerzas de ocupación que 'algo habrán hecho', la sangre de sus más de ochocientos amaiketakos no es inocente. Bueno, tal vez se haya comido alguna vez a uno de sus cuidadores, pero seguro que fue un fallo humano, seguro que no supo tratarlo adecuadamente. No hay más que ver que al jefe de domadores nunca le hace nada, si ha atacado ha sido a algún pobre mozo al que enviamos a encerrarse con la fiera (sin látigo ni silla, claro, no vayamos a provocar al bicho). El león es inocente, dicen. Una vez más quieren paralizar la reacción de la sociedad vasca, una vez más protegen a la bestia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.