Pasear por Madrid
Mi mujer y yo tenemos la costumbre de pasear por Madrid. Y no sé si debería decir 'teníamos', porque a lo peor tenemos que olvidarla: cada vez nos da más asco la suciedad de nuestra ciudad. Para empezar, no es prudente contemplar el cielo, o las copas de los árboles, ya que al menor descuido disfrutamos de una caquita de perro en el zapato, justamente aquélla que no recogió su amo. En las aceras se puede encontrar ropa tirada, muebles abandonados, envases, etcétera. En las zonas ajardinadas, aún peor. Para qué seguir...
Nos sentimos avergonzados de la mala educación de nuestros conciudadanos, pero también de la ineficacia de nuestro Ayuntamiento para resolver este problema.
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