Una mirada inocente
Saviola asistió al debú azulgrana como suplente
La ira de Caparrós
Las miradas de Caparrós desde el banquillo distaban mucho de las pacientes y humildes de Saviola y su actitud era opuesta a la de Rexach, que salía puntualmente de la caseta para dar alguna indicación a sus jugadores. Caparrós sólo vive para el fútbol, y de ahí sus reproches, sus broncas, sus gestos que llaman la atención de la grada tanto como el juego de muchos futbolistas. Su postura, siempre al borde de la banda, parece mostrar el ansia de un jugador frustrado, a punto de entrar al campo a jugar en cualquier momento.
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