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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Gracias a neonatología

Después de cuatro meses de hospital, estamos por fin en casa. Jorge nació a los seis meses de gestación, el pasado mes de marzo, y era muy pequeño. Pesó 660 gramos. Parece un milagro que hoy esté en casa, comiendo y llorando, que podamos cogerlo y le bañemos como a cualquier niño, que salgamos a pasear al parque y que le cambiemos los pañales. Su vida no ha sido fácil, ni lo va a ser. A los cuatro días de nacer le tuvieron que intervenir del intestino, y a los 15 días, una infección estuvo a punto de matarle. Sus pulmones se quedaron pequeños para las ganas de vivir que tenía.

Nos han permitido superarlo sólo dos cosas. La primera, su energía y su fuerza, y la segunda, el gran equipo médico de neonatología del hospital universitario Gregorio Marañón, así como todo el personal del mismo: enfermeras, auxiliares de enfermería, sanitarios, limpiadoras... Nuestras más sinceras gracias a todos ellos, sin cuyos esfuerzos y medios no hubiese sido posible ese pequeño gran milagro: que mi hijo hoy pueda continuar viviendo.

En cuatro meses ves muchas cosas, hablas con muchos padres, preguntas por muchos niños. Es una experiencia muy dura. Hay muertes (Andrés, nuestro otro hijo, no consiguió vivir más que 18 horas), pero también hay mucha vida, y risas, y lágrimas, y cariño, y mucho trabajo detrás de cada niño que entra y de cada niño que dan de alta y puede irse a casa.

Ahora oímos críticas al nuevo edificio de maternidad del hospital general universitario Gregorio Marañón que se está terminando de construir, en la calle de O'Donnell. Parece innecesario un lugar tan grande y que agrupe a tantos profesionales, porque ¿para qué se necesitan tanto equipamiento y tantos especialistas si sólo se trata de partos, de madres que dan a luz y se van a su casa en tres o cinco días? Pues no siempre es así.

Por citar algunos ejemplos, hemos visto equipos de cirugía cardiovascular preparar operaciones a las once de la noche. Hemos visto cirujanos que, después de una guardia, acudían a ver a sus pacientes de menos de un kilo. Hemos visto neonatólogos corriendo por estar junto a sus niños a los que iban a someter a una prueba. Hemos visto enfermeras y auxiliares riendo por ver a un niño recuperado después de dos días entre la vida y la muerte, o porque habían terminado su biberón. Hemos visto cómo llamaban por teléfono a las unidades móviles que venían camino del hospital para saber el estado del ingreso que estaban esperando y anticipar todos los medios necesarios...

Sabemos que no podemos pagar lo que han hecho por nosotros y por tantos otros padres, pero queremos dejar constancia de nuestra gratitud y nuestro respeto por esa gran labor diaria escribiendo esta carta.

Las noticias no son sólo los grandes titulares. No podemos quedarnos sólo con el dato de que un niño muere, o si otro se salva. En el equipo de neonatología se están salvando vidas todos los días. No siempre se consigue, pero cada una que salvan es una noticia, y cada día que puedes ver a tu hijo respirando es una buena noticia.

También queremos señalar el buen hacer del equipo de obstetricia y la buena atención en el quirófano que hemos recibido en este hospital, así como reflejar que veníamos prácticamente desahuciados de un hospital perteneciente a una sociedad privada y nuestro caso no es el primero ni será el último que remitan a este hospital público.

Muchas gracias a todo el equipo por vuestro buen hacer y por vuestra ilusión diaria.

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