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Crónica:SEMANA GRANDE DE SAN SEBASTIÁN | LA LIDIA
Crónica
Texto informativo con interpretación

Dos orejas para Jesulín

Jesulín cortó dos orejas, una en cada toro. Y las cortó porque en los dos toros desplegó buena dosis de temple. En su primer toro instrumentó una faena con las dos manos. No ligó casi ninguno de los pases, aunque derrochó templanza en ese toro. En su segundo volvió a exhibir la calidad del temple. Sin embargo, esos muletazos templados, a base de derechazos y naturales, estuvieron nimbados por una carga muy grande de pico.

O sea, que daba unos pases muy templados y, al tiempo, muy picudos. En ese su segundo toro, además de concederle la oreja, una parte del público pidió la segunda oreja. ¿Pero cómo se le podía dar la segunda oreja con el bajonazo que le propinó al toro? En ese cuarto toro hay que culparle a Jesulín de que dejara que su picador le diera una vara que era de juzgado de guardia. Mientras Jesulín parecía decirle con la mano algo así como 'no le pegues más', el picador, que al parecer sabía la consigna, era cuando más le pegaba.

Camacho / Jesulín, Finito, Abellán

Toros de Mª Carmen Camacho: manejables en general, con poca fuerza, varios aborregados, manso el 3º y noble el 4º. Jesulín de Ubrique: estocada caída -aviso-, rueda de peones y se echa el toro (oreja); estocada baja (oreja). Finito de Córdoba: cuatro pinchazos, media tendida y dos descabellos (pitos); media desprendida y tres descabellos (pitos). Miguel Abellán: pinchazo, estocada atravesada y dos descabellos (silencio); pinchazo, pinchazo hondo -aviso- y descabello (vuelta al ruedo). Plaza de Illumbe, 18 de agosto. 7ª corrida de feria. Cerca del lleno.

Y ya se sabe que la culpa de que los picadores medio maten a muchos toros no es de ellos, sino de aquel que les paga, y el que les paga es el matador, o sea, su jefe.

Finito, como una sombra

Finito de Córdoba pasó como una sombra en la tarde de ayer. Sus faenas, tanto en el primero como en el segundo, estuvieron carentes de mando. A su primero le dio dos series, con la derecha y con la izquierda. En su segundo, que al inicio de la faena estaba bastante áspero, a base de porfiar mucho con la derecha, el toro tomó algunos muletazos. Para cuando se echó la mano a la izquierda, le había soltado seis series de derechazos, en los que se alternaban algunos del montón, otros muy forzados, otro de quiero y no puedo, algunos rabiosos y, al final, cuatro de ellos con cierta enjundia y temple, aunque no demasiado. La serie que inició con la izquierda fue mala y sin acoplarse.

Por otra parte, Miguel Abellán, en el primero de la tarde, dejó su sello con el capote con dos largas cambiadas y tres buenas verónicas. Como ese toro era un mansote no pudo hacer nada.

En el último de la tarde empezó la faena fue con la mano derecha y con demasiadas dudas. Dio muletazos sin ligar y con mucho pico. A partir de ahí la tercera serie fue bastante ligada, aunque corta de número, mas larga de ejecución. El toro tenía una cierta incomodidad. No se acopló con la derecha. Cuando tomó la mano izquierda, ahí el toro iba mejor. De tal suerte que Miguel Abellán pudo tejer cuatro series de naturales en los que intercaló los muletazos largos y mandones. Pero tenía el defecto de que no ligó en estas tres series últimas. Y además, en ninguno de esos muletazos con la izquierda no supo o no quiso cargar la suerte.

Jesulín de Ubrique da un pase de pecho al cuarto toro de la corrida.
Jesulín de Ubrique da un pase de pecho al cuarto toro de la corrida.JESÚS URIARTE

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