Sindicatos y ONG esconden a los inmigrantes de la policía en Barcelona

En medio de una intensa polémica entre distintos partidos e instituciones y una lluvia de críticas a la Delegación del Gobierno, la veintena de asociaciones ciudadanas y sindicatos que forman parte de la plataforma de apoyo a los inmigrantes pusieron sus locales a disposición de los sin papeles que lograron escapar de la policía en la plaza André Malraux, donde los inmigrantes estaban acampados desde el pasado lunes. Varias decenas de ellos ya durmieron ayer en la sede de alguna de estas organizaciones, adonde llegaron aterrorizados por la intervención policial que acabó con la detención de 112 personas.

La policía acorraló a los inmigrantes a las cinco de la tarde del jueves y, dos horas después, los que lograron escapar comenzaron a llegar a las sedes de las organizaciones. Uno de ellos, un marroquí de 29 años, relató desde su escondrijo cómo logró escapar: 'Estaba en la plaza André Malraux y vi que llegaba la policía. Antes de que cerraran el cerco, escapé corriendo hacia la zona del Arc de Triomf, donde pude esconderme entre uno de los jardines'. Allí permaneció unas dos horas, tirado en el suelo y viendo pasar furgones policiales cargados con los inmigrantes detenidos. 'Pasé mucho miedo, me encomendé a Dios varias veces', asegura.

Cuando creyó que el peligro había pasado bajó al metro, que estaba tomado por la policía, y fue a buscar a unos amigos en Cornellà de Llobregat, cerca de Barcelona. Al no sentirse seguro en esta población, acabó por regresar a Barcelona, donde buscó refugio en el local de una organización de la plataforma. Llegó a las 23.00. Desde el mediodía no había bebido ni comido nada. Estaba exhausto.

En opinión de este magrebí, los inmigrantes instalados en la plaza André Malraux cometieron el error de permanecer 'demasiados días' acampados en el mismo sitio. 'No debimos pasar más de tres noches en esta plaza', afirmó.

Pero no sólo los inmigrantes indocumentados fueron perseguidos. Axel Makondo, un camerunés regularizado en España, miembro de SOS Racismo y residente en Zaragoza desde 1995, fue testigo de ello. Makondo pasaba casualmente por la plaza André Malraux cuando cuatro agentes se le abalanzaron. Acababa de bajar de un autobús en la estación del Nord y pretendía pasar unos días con familiares en Barcelona. Acabó detenido, encerrado en un 'asfixiante' furgón policial y sin que ningún agente quisiera enmendar el error. 'Les mostré mis documentos, pero sólo me empujaron hasta encerrarme en el furgón'. Estuvo detenido durante más de cinco horas. Al comprobar el error, la policía le dejó libre sin pedirle disculpa alguna. 'Fue asombroso, la policía me cayó encima sin decirme ni por qué me detenía'.

Axel Makondo no fue el único ciudadano retenido por error. De las 112 personas detenidas, 21 tuvieron que ser puestas en libertad tras ser identificadas. Se trataba de tres españoles, un italiano y otros 17 extranjeros que acreditaron su residencia legal en España. De los 91 inmigrantes que acabaron detenidos, 32 afirman ser de Sierra Leona, 35 marroquíes, 6 argelinos, 4 de Ghana y 14 de otras nacionalidades, como Nigeria o Congo. Al menos 35 serán expulsados, 14 de ellos por tener un decreto de expulsión en curso y los otros 18 por no estar en proceso de regularización, según explicó la Delegación del Gobierno.

Los miembros de la plataforma de apoyo a los inmigrantes condenaron la intervención policial y acordaron presentar una querella conjunta contra la delegada del Gobierno en Cataluña, Julia García Valdecasas.

Pero habrá más detenciones. La policía continuaba rastreando Barcelona para detener al centenar de inmigrantes que lograron escapar de la plaza. El objetivo, según la Delegación, es expulsarlos a todos antes de un mes y medio. Ante esta situación, la plataforma que apoya a los inmigrantes, de la que forman parte UGT, CC OO y CGT, pidieron a los trabajadores de Iberia que se nieguen a embarcar en aviones fletados para expulsar a inmigrantes.

A las 19.00 más de 300 personas se concentraron en la plaza de Sant Jaume para protestar por la actuación policial y para exigir la puesta en libertad de los detenidos.