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Entrevista:MARTA DOMÍNGUEZ - PLATA EN 5.000 METROS | Campeonatos del Mundo de Edmonton | ATLETISMO

'Soy una mujer de todo o nada'

Siempre ríe, incluso en las derrotas. 'Es que soy sonriente por naturaleza', comentaba Marta Domínguez tras la final de 5.000 metros. Esta vez tenía motivos sobrados para reír y celebrar su éxito. Acababa de lograr el segundo puesto, un logro de primera magnitud que responde al carácter de esta atleta de 25 años que se define 'constante, luchadora y ambiciosa'.

Pregunta. ¿Qué significa esta medalla en la actuación global de los atletas españoles?

Respuesta. Creo que es el Mundial con mejores resultados para España. Se han visto finalistas en muchas pruebas, más que en ninguna otra ocasión. Es el triunfo de atletas jóvenes, ambiciosos, dedicados de forma profesional, apoyados económicamente. Para mí, eso es lo que representa el éxito de España en Edmonton.

Cuando me dicen que no puedo hacer algo, me vuelvo loca. Y lo cierto es que casi siempre gano'
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P. ¿Es consciente del valor simbólico que tiene su puesto?

R. Ahora mismo, no. Soy una atleta ambiciosa, y casualmente este segundo puesto lo he conseguido en el Mundial. Lo que no es muy normal es que la gente no me conozca después de cuatro medallas en grandes campeonatos (tres bronces en Campeonatos de Europa en pista cubierta y un tercer puesto en el Europeo de Budapest 98 en 5.000). Algunos decían que era la chica de bronce y otros me conocían como la atleta de la cinta rosa.

P. ¿Considera que los éxitos de las mujeres obtienen menos reconocimiento público?

R. Recuerdo que cuando María Vasco ganó la medalla de bronce en los Juegos de Sydney [tercera en la prueba de 20 kilómetros marcha], su nombre estuvo en boca de la prensa durante un mes. Si hubiera sido un hombre, el alcance de su éxito habría durado un año. Ésa es la realidad. Otra cosa es que a veces piense que es mejor permanecer en segundo plano, porque todo esto de la prensa distrae y quita mucho tiempo para los entrenamientos.

P. En Sydney sufrió un catarro fortísimo y fue eliminada en la primera ronda. ¿Habla de su carácter la revancha que se ha tomado en Edmonton?

R. Me sentía muy bien antes de los Juegos y esperaba hacer algo grande, aunque la gente no es muy consciente de lo difícil que es conseguir una medalla ante las mejores del mundo. Aquello me dejó muy chafada, es verdad, pero me recuperé pronto. En el Mundial de pista cubierta fui cuarta en el 3.000. Los Juegos habían quedado atrás.

P. ¿Se sentía en condiciones de superar a Yegorova y Szabo?

R. Probablemente pensaban que no sería rival para ellas. Acostumbro a hacerlo muy bien en las grandes competiciones, mejor que en los mítines. No soy atleta de mítines. Así que no me tendrían demasiado en cuenta, pero la carrera ha sido perra y Szabo ha pagado la fatiga. He visto mi oportunidad y la he aprovechado.

P. El pasado año, en Zúrich, logró una marca extraordinaria, 8.28.80 minutos, casi 16 segundos mejor que su mejor registro personal hasta entonces. ¿Cómo le afectó aquel salto tan grande?

R. Por un lado me dio mucha confianza en mis posibilidades. Era la tercera marca mundial de la temporada. También me hizo consciente de lo que significaba situarme entre las mejores del mundo. Y presión, sentí mucha presión. Quizá por eso me puse enferma en los Juegos. Por la presión.

P. ¿Qué análisis hace de la carrera de ayer?

R. Ha sido la final con más nivel de la historia, si mirabas la lista de las quince participantes. Todas tenían opciones. Yo me preguntaba: '¿a quién puedo ganar de todas éstas'. Sólo quería llegar a la final, y una vez allí mi intención era estar con las mejores en la última vuelta. Luego ya veríamos. El hecho de que nadie pensara en mí, me ha beneficiado. Por mi carácter, soy intrépida. Soy una luchadora. A falta de tres vueltas he visto que flaqueaba Szabo y que la otra rusa, Zadoroznaia, empezaba a cabecear. Entonces me he dicho: 'esta medalla es para mí'.

P. Dicen quienes la conocen que es la atleta más competitiva del equipo. Que gana todas las apuestas.

R. Me encanta aceptar apuestas, retos. No hay nada que me motive más. Cuando me dicen que no puedo hacer esto o lo otro, me vuelvo loca. Y lo cierto es que casi siempre gano. Hasta que no lo consigo, no paro. Lo que más admiro en esta vida es a la gente que lucha por conseguir un objetivo. No importa que luego no lo logre. Por ejemplo, la multitud de atletas que se entrenan a destajo para lograr determinada marca y no puede conseguirlo. A ellos es a los que más admiro. En otro plano, antes admiraba a la argelina Bulmerka, la ganadora del 1.500 en los Juegos de Barcelona. La admiré por la lucha que mantuvo por los derechos de las mujeres en su país.

P. ¿Ha estado atenta a la polémica sobre la participación de Yegorova [positivo por EPO en la reunión de París, el 6 de julio]?

R. No he prestado atención al asunto. Se trataba de una rival más. Ella ha ganado la carrera y la felicito. No me parece bien que el público la haya silbado. Si la IAAF dice que su participación es legal, no hay más que hablar.

P. ¿Le preocupa que comience a hablarse tanto de EPO en el atletismo?

R. Me preocupa el dopaje en general, pero creo que después de la carrera se hizo demasiada incidencia en la EPO y Yegorova. Hay momentos para todo. Hay momentos para hablar de dopaje y hay otros para hablar de resultados. Ayer era el momento de analizar la final y sus resultados.

P. ¿Cómo explica el éxito en Edmonton de los mediofondistas y fondistas españoles?

R. España siempre ha tenido buenos atletas de fondo y semifondo. Nunca nos hemos rendido. Y ya es hora de que a los kenianos se les acabe la gasolina.

P. ¿El esplendor de los atletas de medio fondo y fondo está relacionado con las ayudas y un buen trabajo de planificación?

R. No estoy de acuerdo con el sistema actual del ADO, con la renovación anual de las becas a los atletas. No debería hablar de esto, pero tengo que hacerlo. Si no funcionas bien, te la quitan. Lo sufrí el pasado año, después de lo que sucedió en Sydney. Perdí aquella beca y a mi entrenador le retiraron el dinero. Sería mucho mejor un periodo de dos años en las ayudas. No digo cuatro años, porque eso podría acomodar a los atletas, pero dos es el margen ideal.

P. ¿Cómo se define?

R. Como atleta, soy constante, trabajadora y ambiciosa. Como persona, creo que soy exagerada, risueña y ambiciosa. Soy una mujer de todo o nada.

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