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CULTURA Y ESPECTÁCULOS

Trastienda y proceso de la moda española

Amelia Castilla

Explicar cómo se hace una colección no es fácil. 'Nunca consigo la distancia suficiente para hablar de mi trabajo', asegura el creador Jesús del Pozo. En sus colecciones no hay ruptura, siempre le quedan cosas que le faltan por hacer. A partir de esa deuda empieza la colección siguiente. Del Pozo participó el miércoles con Javier Larrainzar, Modesto Lomba y Elio Bernhayer en un debate sobre los secretos de la producción, en un curso sobre moda organizado por la Universidad de Verano de la Comunidad de Madrid.

Diseño y empresa forman un matrimonio con graves problemas. Desde su condición de diseñadores y empresarios, los cuatro creadores coincidieron en destacar que se ha avanzado más en el terreno del tejido que del propio diseño. La feria parisina Premiere Visión es un punto de cita para la mayor parte de los diseñadores españoles, explicó Larrainzar. Con frecuencia es allí donde eligen los tejidos. 'Necesito tocar las telas para trabajarlas', contó Del Pozo. Así empieza una relación que acaba con un vestido sobre un maniquí: 'Me interesa más modelar que dibujar'.

Para Bernhayer, con 30 años de experiencia en el mundo de la moda, buena parte de ellos en la alta costura, las cosas han cambiado radicalmente. Antes le entregaba un cartón con un dibujo y el fabricante hacía un modelo que luego se modificaba lo que hiciera falta; ahora, en el mundo del prêt-á-porter su trabajo es primero textil. 'Se deciden los colores, la calidad de la tela, y luego empiezo a diseñar'. Sólo cuando la colección está acabada piensa en los accesorios.

Modesto Lomba trabaja con dos colecciones paralelas que se realizan a la vez: una en Madrid, en su taller de San Mateo, que de alguna manera es la imagen de la firma, y otra en Barcelona, que se hace como muestrario. La simbiosis de ambas es lo que se muestra en las pasarelas.

La dictadura de la moda pronta (usar y tirar), impuesta por firmas que han roto fronteras también les ha alcanzado. Cada uno a su manera, trata de competir en esa batalla diseñando prendas dirigidas a un mercado más estandarizado y a otro más elitista. 'Para poder hacer lo que quieres tienes que crearte una mínima estructura empresarial', dice Del Pozo, que trata de ser lo menos empresario posible.

El curso Empresa y comunicación de moda, dirigido por Covadonda O' Shea concluyó ayer en Madrid con un debate sobre la comunicación en la moda.

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