El PP obliga de nuevo a Elorza a tener que pronunciarse sobre la Salve

No hay mes de agosto sin desavenencias entre el PSE y el PP, socios de gobierno en el Ayuntamiento de San Sebastián. Siempre, a costa de la comitiva de autoridades previa a la celebración de la Salve el día 14, víspera del día grande de las fiestas donostiarras. La edil popular María San Gil pidió formalmente el pasado martes al alcalde, Odón Elorza, que reconsidere su postura de años anteriores y convoque la procesión cívica, suspendida desde 1995 para evitar incidentes por parte de jóvenes radicales. San Gil cree que 'no existen motivos objetivos para suspender' el paseo de autoridades. Reconoce que han cesado los incidentes del día 14, 'pero no por eso deja de ser conflictiva la Semana Grande'.

La petición del PP obligará de nuevo a Elorza a tener que pronunciarse sobre una situación que el primer edil desearía mantener en sus actuales términos.

La presidenta del PP en Guipúzcoa y teniente de alcalde donostiarra remitió al alcalde su petición por correo interno. 'Un año más se acerca la fecha del 14 de agosto y un año más insistimos en que se normalice la situación de la comitiva municipal. Es decir, solicitamos que desde esa alcaldía se vuelva a convocar. Seguimos creyendo que no existen motivos objetivos para suspenderla', justificó San Gil. Aún no ha obtenido respuesta porque el alcalde no estaba en la ciudad.Esta semana, Elorza ha celebrado en Wiesbaden, junto a una delegación donostiarra, el vigésimo aniversario del hermanamiento de San Sebastián con esa ciudad alemana.

La suspensión de la comitiva de la Salve el mismo año en que ETA mató al concejal del PP donostiarra Gregorio Ordóñez fue entendida por los populares como una cesión a los violentos. Y cada año desde entonces -también cuando estaban en la oposición- han pedido su reestablecimiento sin éxito. A la vez, han visto cómo desaparecían los incidentes de la calle ese día, salvo en 1999 cuando una treintena de personas increparon al lehendakari, Juan José Ibarretxe. 'Qué más da que no haya altercados el 14, si tres días antes o al día siguiente queman autobuses', dice San Gil. El año pasado se registraron más de una docena de incidentes.

'¿Que no nos apedrean ese día? Pero la Semana Grande no deja de ser conflictiva. A este paso', continúa la edil popular, 'vamos a terminar quitando los vehículos de transporte público de la vía urbana'. Tampoco entiende que se suspenda esta procesión cívica, desde el Ayuntamiento hasta la basílica de Santa María, y se mantengan otras similares -la del 20 de enero, día de San Sebastián o el mismo 15 de agosto, festividad de la Virgen del Coro-. 'Además', añade, 'somos tan hipócritas que suspendemos la comitiva y luego hay dos bancos reservados para las autoridades en la iglesia para que cada uno vaya por donde pueda'.

El alcalde suspendió en 1995 el paseo de autoridades para evitar los altercados de los violentos. Durante años, los radicales aprovecharon el acto para arrojar objetos a las autoridades autonómicas, provinciales y municipales, y después continuaban con enfrentamientos con la Ertzaintza en altercados que se prolongaban hasta la madrugada en las calles del Casco Viejo.