'Este país no ha sido capaz de garantizar la libertad de sus gentes'

Ignacio Latierro (San Sebastián, 1943), parlamentario socialista entre 1991 y 1998, es un librero de vocación. 'De los que se desviven', dice un cliente, 'por recomendar una buena lectura'. Pero le ha tocado mucho más que ejercer bien su oficio. Y también padecer. El año 2000 figura en su calendario como un año negro. ETA asesinó a sus amigos José Luis López de la Calle y Juan María Jáuregui, trató de matar a José Ramón Recalde y acabó con la vida de uno de sus clientes, Ernest Lluch.

Pregunta. ¿De dónde han sacado fuerzas para volver?

Respuesta. De la gente, que no sólo nos han animado a seguir sino que ha aportado la financiación para este local.

P. ¿Puede más la ilusión que el miedo?

R. Puede la voluntad de seguir trabajando en esto. Llevamos más de 30 años como libreros y a pesar de las dificultades queremos seguir. Nos gusta la cultura impresa y además hay otro problema, que estos son nuestros puestos de trabajo. Somos mayores como para pensar en reciclarnos.

P. Han hecho frente al franquismo, a la violencia callejera, a ETA. Al margen del atentado a Recalde, ¿cuál ha sido el episodio más duro?

R. La nochebuena del 96, cuando apareció la librería destrozada, llena de cristales y pintura. Pensé que no íbamos a continuar, pero al día siguiente vino tanta gente a comprar no sólo libros, sino trozos de cristal, que decidimos seguir.

P. ¿Lagun ha vivido el paso de la dictadura a la democracia sin transición?

R. No sólo Lagun. Desgraciadamente nos ha tocado ser un ejemplo, pero es un hecho que este país todavía no ha sido capaz de garantizar la libertad de sus gentes.

P. ¿Echa en falta más protección policial?

R. Pero no en particular. Se echa en falta más eficacia.

P. ¿Cómo vivió el resultado de las últimas elecciones?

R. Tenía cierta confianza en que las cosas cambiaran, pero soy consciente del profundo sentido nacionalista que hay en este país y que acabó manifestándose en los resultados de las urnas.