Un domingo sin clientes

La sensación generalizada ayer, cuando se puso en marcha el decreto regional que permite la apertura de los establecimientos comerciales todos los domingos de agosto para 'dinamizar' Madrid, era de enfado. Al menos eso ocurría entre los encargados de las pocas tiendas que se acogieron a la medida y que tuvieron que poner su mejor sonrisa para atender al público pese a estar insatisfechos.

A Beatriz, una chica de 18 años que se enfrentaba a su primer trabajo de vacaciones, se le notaba la rabia hasta en los ojos: 'Yo creo que esto es absurdo. No tiene ningún sentido abrir porque nadie viene a comprar. Es agosto y la gente prefiere irse de Madrid', dijo. Beatriz atiende una pequeña joyería que se halla a las puertas de Sepu, en la Gran Vía. En este establecimiento, una de las dependientas se paseaba por los pasillos con cara de aburrimiento: 'Bajo mi punto de vista, esto es una tontería. Hay cuatro turistas por ahí y aquí no se venden cosas para ellos. Yo creo que es un fracaso, pero si te ordenan trabajar, ¿qué más puedes hacer?'.

Unos pasos más allá, en El Corte Inglés de Callao, una empleada expresaba así su descontento: 'Aquí lo que hay es un cabreo generalizado. Está claro que en Madrid nunca hay gente en agosto y casi nadie viene a comprar. Además, estos domingos no nos los van a pagar, sino que nos los cambiarán por días libres. Aquí no está nada claro'.

En la tienda de ropa Amici, en el centro comercial La Vaguada, otra dependienta se quejaba de lo 'flojo del día': 'Abrimos a las diez de la mañana, son más de las seis de la tarde y sólo hemos vendido 11.000 pesetas. En un día normal tendrían que ser 70.000 u 80.000 pesetas de recaudación. Esto es ridículo'.

Un rápido recorrido por las principales zonas comerciales de la ciudad permitía comprobar lo que ya había anunciado la patronal Cecoma, la más representativa entre los pequeños y medianos comercios de la región: que la mayoría de los pequeños establecimientos, pese a poder hacerlo, no abrieron sus puertas, aunque esta organización había acordado con Blázquez trabajar los domingos de este mes. Las que sí cumplieron al pie de la letra fueron las grandes superficies comerciales, que fue donde más se notó la afluencia de público. Además, los museos del Prado y Reina Sofía ampliaron sus horarios y recibieron visitantes hasta las siete de la tarde.

La patronal Copyme, que representa a unos 15.000 comercios de la región, calcula que la iniciativa del consejero de Economía, Luis Blázquez, con la que pretende desterrar la idea del 'Madrid cerrado en agosto', se notó sólo en el centro de la capital. 'Era de esperarse que abrieran pocos comercios. La dinamización de Madrid no está en que abran los establecimientos comerciales y el Museo del Prado', declaró un portavoz. Pero, a su juicio, la idea de Blázquez no es del todo negativa: 'Lo que le falta es imaginación, porque en este momento no hay un atractivo de apertura. Le falta concreción, pero por ahora no podemos decir que sea un fracaso'.