EL FESTIVAL POP DE BENICÀSSIM ARRANCA CON BUENOS AUGURIOS
La fiesta de apertura del jueves resultó fallida. Por primera vez en este festival, el público silbó a undisc-jockey. Ayer las cosas cambiaron de rumbo, en la jornada inaugural, dedicada al pop de bandas como James y Divine Comedy
No falla: si en los inicios de un festival sus organizadores no tienen el rostro azotado por los tics y su conversación no se ve interrumpida por el cacareo del walkie es que las cosas pintan bien. Miguel y José Morán, directores del Festival Internacional de Benicàssim, estaban ayer tranquilos en el arranque de la séptima edición, y los datos de asistencia prevista que manejaban para la primera jornada superaban las 23.000 personas. Numéricamente también resultó sedante la afluencia de personal a la fiesta inaugural del jueves por la noche, en la que el velódromo se vio ocupado por más de 6.000 personas. Ya sólo queda que la música esté en consonancia con la respuesta del público.
El recinto, mejorado, acondicionado y ampliado, abrió sus puertas a las cuatro de la tarde de ayer al deambular de los primeros usuarios, quienes cada año que pasa parecen un año más jóvenes. Como consecuencia del acondicionamiento del espacio, la temperatura del escenario Fiberfib.com resultó a esa hora hasta casi agradable, de forma que Velcro, primera banda en actuar, pudo hacerlo sin padecimientos. El cuarteto se aplicó en la mixtura analógico-digital, y cajas de ritmo, teclados, bajo y guitarra convivieron en una propuesta que fue de la electrónica de trazo grueso al pop electrónico. Y, mientras la carpa Internet ya estaba llena de navegantes, Gasca subieron al escenario dejado por Velcro. Guitarra, bajo, trombón y teclados depararon un sutil ejercicio de pop con raíces ochenteras y New Order en la referencia. Fue el aperitivo para más raciones de pop que ofrecería una jornada en la que se esperaban, entre otras, las actuaciones de James, Divine Comedy o Flaming Lips.
Y, como la felicidad nunca puede ser completa, habría que señalar lo fallida que resultó la fiesta de apertura el jueves por la noche. La cosa comenzó bien con Muy Poca Gente, el proyecto del ex Niño Gusano, Sergio Algora. Pop, psicodelia, funk y travesuras varias animaron los primeros momentos de la noche. Luego llegaron For Stars, dispuestos a hacer realidad aquello de que de bien nacidos es ser agradecidos. Comenzaron con un excelente tema lleno de nervio, para luego apagarse en un lloriqueo melódico, sólo interrumpido por una lista de agradecimientos que incluyó a público, discográfica, organización y, si hubiesen tenido tiempo, a Marconi por inventar la radio. Enternecedores. Más tarde, The Posies se pusieron más enérgicos con su pop rugoso y guitarrero. Nada nuevo bajo el sol y sensación de que Stringfellow y Auer hacen bien uniéndose a Chilton en la resurrección de Big Star. A ver si así le sale algo más apañado.
Claro que lo peor estaba por llegar, ya que The Avalanches lograron con su set de disc-jockeys que la gente les silbase. No era para menos, pues para mezclar a Bowie con Aphex Twin y a AC/DC con Missy Elliott hace falta tener, o gracia, o técnica, o llamarse John Peel. Ni una cosa ni otra tienen los pinchas de The Avalanches, quienes protagonizaron una sesión sonrojant. Con el público ya hartito, los DJ de BRA lo tuvieron fácil. Con ellos y su ritmillo gordete acabó una fiesta que resultó decepcionante.No falla: si en los inicios de un festival sus organizadores no tienen el rostro azotado por los tics y su conversación no se ve interrumpida por el cacareo del walkie es que las cosas pintan bien. Miguel y José Morán, directores del Festival Internacional de Benicàssim, estaban ayer tranquilos en el arranque de la séptima edición, y los datos de asistencia prevista que manejaban para la primera jornada superaban las 23.000 personas. Numéricamente también resultó sedante la afluencia de personal a la fiesta inaugural del jueves por la noche, en la que el velódromo se vio ocupado por más de 6.000 personas. Ya sólo queda que la música esté en consonancia con la respuesta del público.
El recinto, mejorado, acondicionado y ampliado, abrió sus puertas a las cuatro de la tarde de ayer al deambular de los primeros usuarios, quienes cada año que pasa parecen un año más jóvenes. Como consecuencia del acondicionamiento del espacio, la temperatura del escenario Fiberfib.com resultó a esa hora hasta casi agradable, de forma que Velcro, primera banda en actuar, pudo hacerlo sin padecimientos. El cuarteto se aplicó en la mixtura analógico-digital, y cajas de ritmo, teclados, bajo y guitarra convivieron en una propuesta que fue de la electrónica de trazo grueso al pop electrónico. Y, mientras la carpa Internet ya estaba llena de navegantes, Gasca subieron al escenario dejado por Velcro. Guitarra, bajo, trombón y teclados depararon un sutil ejercicio de pop con raíces ochenteras y New Order en la referencia. Fue el aperitivo para más raciones de pop que ofrecería una jornada en la que se esperaban, entre otras, las actuaciones de James, Divine Comedy o Flaming Lips.
Y, como la felicidad nunca puede ser completa, habría que señalar lo fallida que resultó la fiesta de apertura el jueves por la noche. La cosa comenzó bien con Muy Poca Gente, el proyecto del ex Niño Gusano, Sergio Algora. Pop, psicodelia, funk y travesuras varias animaron los primeros momentos de la noche. Luego llegaron For Stars, dispuestos a hacer realidad aquello de que de bien nacidos es ser agradecidos. Comenzaron con un excelente tema lleno de nervio, para luego apagarse en un lloriqueo melódico, sólo interrumpido por una lista de agradecimientos que incluyó a público, discográfica, organización y, si hubiesen tenido tiempo, a Marconi por inventar la radio. Enternecedores. Más tarde, The Posies se pusieron más enérgicos con su pop rugoso y guitarrero. Nada nuevo bajo el sol y sensación de que Stringfellow y Auer hacen bien uniéndose a Chilton en la resurrección de Big Star. A ver si así le sale algo más apañado.
Claro que lo peor estaba por llegar, ya que The Avalanches lograron con su set de disc-jockeys que la gente les silbase. No era para menos, pues para mezclar a Bowie con Aphex Twin y a AC/DC con Missy Elliott hace falta tener, o gracia, o técnica, o llamarse John Peel. Ni una cosa ni otra tienen los pinchas de The Avalanches, quienes protagonizaron una sesión sonrojant. Con el público ya hartito, los DJ de BRA lo tuvieron fácil. Con ellos y su ritmillo gordete acabó una fiesta que resultó decepcionante.
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