NICOLE KIDMAN ABRE LAS PUERTAS DE HOLLYWOOD A ALEJANDRO AMENÁBAR
El director español ha aplazado su regreso a España al anunciar Tom Cruise, productor ejecutivo de 'Los otros', que asistirá el próximo martes a un nuevo estreno de la película, con todos los honores, en Los Ángeles.
Tú no te muevas de mi lado'. Alejandro Amenábar cumplió la consigna de Nicole Kidman y cruzó pegado a su hombro los 200 metros de alfombra roja que conducía de su limosina a la puerta del teatro París, de Nueva York. Fue el momento más esperado, pero también el más difícil desde que el director de Los otros pisó Estados Unidos hace dos semanas. Una batería de periodistas interrumpía su paso.
Las preguntas incómodas, las cámaras y los flashes se mezclaban con los halagos. Kidman bromeaba con él. 'Estoy muy nervioso y bastante perdido', confesó el cineasta a una cámara de televisión. El estreno mundial de Los otros, el jueves en Nueva York, reunió a la plana mayor de Miramax, con Bob y Harvey Weinstein a la cabeza. Junto a los ejecutivos del estudio, modelos como Naomi Campbell, el actor Ethan Hawke y la veterana diseñadora Diane von Fustemberg. El toque castizo lo puso María Bravo, la ex novia española de Bruce Willis.
Alejandro Amenábar había recogido a Nicole Kidman en su hotel de Upper East Side una hora antes de la cita en el cine. 'Hacía mucho tiempo que no nos veíamos y fue un momento extraño. Es como cuando te reencuentras con un viejo amigo y no sabes muy bien qué decirle'.
Ella, con un vestido de Chanel que dejaba su pecho prácticamente al aire, agarró al cineasta del brazo. 'Estoy muy orgullosa de esta película', repetía la actriz a la entrada del cine. Unos tacones inmensos y el pelo recogido y cardado aumentaba aún más la altura de la australiana. 'Es tan alta que a su lado te sientes ridículo', confesaba más tarde Amenábar.
'Una espectacular Nicole Kidman aparece en la Gran Manzana', titulaba ayer el New York Post. La actriz había pasado el día concediendo entrevistas. Por la tarde, en la grabación del popular programa de David Letterman, Kidman tuvo su momento estelar. Cuando el popular showman y entrevistador le preguntó que qué tal lo llevaba sin Cruise, ella contestó: 'Bien, por fin puedo ponerme tacones'. Un chiste acerca de la escasa altura de su ex marido que desató las risas de Letterman, de todos los invitados que se hallaban en el plató y de la propia actriz.
En la alfombra roja, la prensa local del corazón se mezclaba con las cámaras de las televisiones españolas. La policía había acordonado la calle 58 para permitir el paso de limusinas y coches de guardaespaldas. Un japonés se subió a una silla plegable en medio de la calle y gritó: 'Oscar para Nicole por Mouline Rouge'. Acto seguido se bajó y se fue. '¿Trabajará otra vez con Tom Cruise?', preguntó un plumilla. 'Estoy aquí para promocionar esta película', contestó ella con una estupenda sonrisa mientras Alejandro Amenábar no sabía dónde meterse.
El director español tenía previsto regresar ayer a Madrid para dar el visto bueno a la versión doblada al español de su película, pero el anuncio de que Tom Cruise, productor ejecutivo de Los otros, asistirá al estreno en Los Ángeles el próximo martes ha desbaratado sus planes. Amenábar y el productor español Fernando Bovaira viajarán a Los Ángeles para el estreno.
Si finalmente Tom Cruise y Nicole Kidman coinciden, será su primera aparición pública desde que en febrero pasado anunciaron su intención de divorciarse. El estreno, además, será justo el día antes de que dicho divorcio se formalice. Él, aunque ya viaja en su jet privado con Penélope Cruz y también le ha presentado a sus hijos a la actriz española, asistirá solo. 'Nicole', aclaran, 'también irá sola'.
En Nueva York, Paula Wagner, socia de Cruise, fue la encargada de presentar el filme. Ya dentro de la sala, ante unos 200 espectadores, Amenábar habló más tranquilo, agradeció la confianza de los productores y la presencia de Kidman y de Fionnula Flanagan, otra de las actrices del filme.
Palomitas en la sala El público, que abarrotaba el patio de butacas, combatía el nerviosismo generado por la película a base de sacos de palomitas -cortesía de Miramax- y risas incontroladas. A la salida, la mayoría coincidía en afirmar que se trata de algo más que una película de miedo. Finalmente, todos acudieron a la fiesta. Sentados en la misma mesa, Kidman y el director compartieron gran parte de la noche. 'El equipo español me ha tratado muy bien, fueron maravillosos conmigo. Tengo ganas de volver a Madrid sin trabajo para salir con Alejandro'. Pasada la medianoche, la estrella se fue. 'Es hora de irse a la cama, tengo que madrugar', dijo. Amenábar, ya definitivamente relajado advirtió: 'Llevo intentando emborracharme en los estrenos desde Tesis, pero nunca puedo porque siempre tengo que estar hablando con alguien. Pero esta vez, en el estreno de Madrid, juro que tiro la casa por la ventana'.
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