Mansada del Puerto de San Lorenzo
En la terciada corrida del Puerto de San Lorenzo hubo de todo: poca fuerza, mansedumbre y hasta nobleza. Fue corrida de tres y tres para la muleta, es decir, la mitad tuvo son y gran docilidad en el último tercio. De esa condición fue el lote de Eugenio de Mora y el primero de Finito. Muy diferente, la otra mitad. Con dos toros, cuarto y quinto, que fueron mansos de libro, y un primero que fue el de menos fuerza del encierro y que llegó defendiéndose a la muleta.
Con este material el mejor librado fue Eugenio de Mora, que reaparecía tras el percance sufrido en la Feria de San Fermín. En sus dos toros estuvo animoso, con ilusión. Del tercero, lo mejor fue la tanda final sobre la mano derecha, dentro de una faena irregular y salpicada con un par de sustos. El sexto le embistió al paso pero con gran nobleza. En esta ocasión, realizó una faena compuestita, que tuvo más forma que fondo.
Puerto de San Lorenzo / Esplá, Finito, De Mora
Toros del Puerto de San Lorenzo. Muy terciados, de fuerzas justas y mansos en líneas generales. Luis Francisco Esplá: cinco pinchazos y descabello (silencio); pinchazo y más de media (ovación). Finito de Córdoba: casi entera desprendida (oreja); dos pinchazos (saludos). Eugenio de Mora: entera trasera y tendida, un descabello (saludos); estocada baja (oreja). Plaza de Alicante, 2 de agosto. Un cuarto de entrada.
El otro toro bueno se lo llevó Finito de Córdoba. Fue el segundo de la tarde, y con él montó una faena cargada sobre la mano derecha, con una sola tanda con la izquierda. Toda una labor algo ventajista, escondiendo la pierna contraria en cada cite. El colorado, que saltó en quinto lugar, buscó muy pronto el abrigo de las tablas. Finito hizo esfuerzos por arrancarlo de esa querencia y lo logró en la primera mitad de la faena, aunque luego volvió grupas el del Puerto y volvió a meterse en las tablas. Ligero y despegadillo, Finito sólo apuntó muletazos de cierta estética.
Al mansón que abrió plaza, que se defendió siempre en la muleta, Esplá le hizo una faena de poco calado. Con el manso cuarto acabó peleándose al hilo de las tablas y tratando de sacar al animal de ese terreno.
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