Parecido festival al de todos los veranos

Una versión de la Medea de Eurípides, que interpreta Nuria Espert al frente de un reparto de una veintena de actores, dirigida por el griego Michael Cacoyannis, en una coproducción del Festival de Mérida, Comunidad de Madrid y Teatres de la Generalitat, es la estrella de la actual edición del festival Sagunt a Escena, que se acoge a la interacción entre tradición y mestizaje y que se abre hoy con Eva Millenium, la última coreografía de Vicente Sáez, para cerrar el 27 de agosto con un montaje chinesco de la compañía catalana de animación Comediants.

La moda del mestizaje multiculti llega a Sagunt a Escena mediante una programación un tanto escuálida (ocho espectáculos para un festival de un mes de duración) que se acoge a la 'revisión de la tradición teatral más antigua del Mediterráneo y a la fusión de elementos característicos de esa cultura con las propuestas llegadas desde Oriente y Suramérica'.

En el capítulo de la más antigua traición teatral hay que contabilizar las representaciones de un Edipo Rey, la obra mayor de Sófocles, a cargo de la compañía Teatro Corsario, dirigida por Francisco Urdiales, quien tiene a bien señalar que 'el teatro griego está dotado de una expresión artística de una magnitud inconmensurable', así como una Elektra en la que el sevillano trata de recuperar la contemporaneidad del mito a partir de los clásicos y de sus revisitaciones posteriores. En este panorama de clasicismo, destaca la Medea de Euripides, texto muy frecuentado por una Nuria Espert que siempre encuentra en sus aproximaciones al clásico motivos para la reinvención del mito.

El festival se abre con una coreografía multimedia de Vicente Sáez, Eva Millenium, donde el tema estelar es la figura de Eva como esencia que nutre el movimiento del ser, para seguir con la ópera bufa La bella Helena, en versión de Joan Lluis Bozzo dirigida por Josep Maria Mestres, a la que seguirá la estrella de Nuria Espert en su nueva Medea, para proseguir con la danza clásica del Ballet Nacional de Cuba (Carmen y Las Sílfides es el repertorio escogido por su directora, Alicia Alonso, llevada de un cierto eclecticismo).

El ballet insiste en su presencia de la mano de En blanco y negro, un espectáculo -como es natural- de fusión y mestizaje donde María Giménez coreografía el vestuario de Francis Montesinos, allí donde el festival da un quiebro para ofrecer los dramones contemporizados de Elektra y Edipo Rey antes de concluir en el gran fin de fiesta del muy mediterráneo, aunque también chinesco (no en vano integra al menos dos culturas) de Bi, dos mundos, dos miradas, a cargo de Els Comediants de Joan Font. Un festival, en resumen, que llenará el mes de agosto en el teatro Romano de Sagunto con ocho espectáculos que suman trece representaciones. No es cuestión de agobiarse, con estos calores.