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Una conductora ebria empotra el coche en un andamio tras arrollar a un peatón

Eran las seis de la tarde cuando la mujer, que conducía un Kia Shuma de color plateado, arrolló a C. R. R., un obrero que cruzaba la calle, y empotró el vehículo que conducía contra el andamio de un edificio de siete plantas situado a la altura del número 54 de la calle Mayor. Según algunos testigos, la mujer, pasado un semáforo, 'aceleró muy fuerte'. 'Después del golpe, la conductora intentó dar marcha atrás, pero dos chicos la convencieron de que no lo hiciese porque el andamiaje se le podía venir encima y, además, el atropellado estaba tendido en la calle', según algunos testigos.

La mujer salió ilesa. El obrero fue trasladado al hospital de La Concepción por una ambulancia del Samur-Protección Civil con un traumatismo torácico abierto y rotura de fémur. Su pronóstico es muy grave, aunque en un principio salió del accidente 'consciente y orientado', según el Samur-Protección Civil.

Problemas con su marido Según los mismos testigos, la mujer, que dio positivo en el control de alcoholemia, salió 'mareada' del coche y comentó: 'Bastantes problemas tengo yo en mi matrimonio como para que encima me pase esto'. La mujer reconoció, según los testigos, que iba 'muy despistada y nerviosa'. 'Ha comentado que era de A Coruña y que venía de su piso porque lo único que quería era coger ropa para largarse de Madrid', explicó una trabajadora de un establecimiento cercano al lugar de los hechos.

El edificio, que forma parte del Área de Rehabilitación Preferente del eje de la calle Mayor, estaba apuntalado y con andamios. Cuando se produjo el choque, según los testigos, había algunos obreros trabajando en el bloque. 'Se han dado un susto de muerte al ver que se movía la estructura y han bajado corriendo', relató la dependienta de una peluquería que está justo enfrente del lugar donde se produjo el suceso, cerca de la Puerta del Sol.

Los bomberos, un total de 13, necesitaron más de una hora para sacar el coche ante el peligro de que toda la estructura del andamiaje cayese sobre la calle. La cafetería Los Alpes, en los bajos del edificio, no tuvo que ser evacuada porque, según los bomberos, el edificio no corría peligro de derrumbe. Cuando lograron extraer el vehículo, los bomberos colocaron unos tacos de madera para asegurar la estructura del edificio.Mientras los bomberos trabajaban para sacar el vehículo de entre los andamios, la conductora se echó las manos a la cabeza y empezó a llorar. Al ver lo nerviosa que estaba, una amiga intentó llevársela a tomar un refresco, pero un agente del Cuerpo Nacional de Policía se lo impidió. 'Usted de aquí no se mueve', le dijo el policía. 'Un poco de humanidad', suplicó la mujer. Al final, la mujer entró dentro del furgón de la policía en espera de que la trasladasen, o no, a comisaría a prestar declaración.

Estado en el que quedó el coche empotrado contra el andamio.
Estado en el que quedó el coche empotrado contra el andamio.L. MAGÁN
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