Tensión en Irlanda del Norte tras el asesinato por error de un joven protestante a manos de paramilitares

Los paramilitares protestantes siguen empeñados en mantener la tensión en Irlanda del Norte. Ayer consiguieron afectar a ambos bandos con el asesinato de un joven protestante a las puertas de un club católico. La policía, que atribuyó el crimen a los protestantes incluso horas antes de que estos lo reivindicaran, asegura que los asesinos dispararon contra un grupo de jóvenes convencidos de que se trataba de católicos que departían en la calle Mayor de Glengormley, en la periferia noroeste de Belfast.

El crimen, que culmina una semana de incidentes aislados, entre ellos media docena de atentados con bombas caseras, se cometió poco después de las 11 de la noche y fue reivindicado ayer por los autodenominados Defensores de las Manos Rojas, una tapadera utilizada a menudo por las dos principales bandas paramilitares protestantes: la Asociación de Defensa del Ulster y la Fuerza de Voluntarios Lealistas.

Hace apenas dos semanas, un joven católico fue asesinado cuando esperaba el autobús de buena mañana. El muerto ayer fue Gavin Brett, de 18 años. Su padre, socorrista de profesión, intentó reanimarle en la acera, pero sus esfuerzos fueron baldíos. La familia ha hecho un llamamiento para que el crimen no desate una oleada de represalias y venganza.

El asesinato parece formar parte de una estrategia de aumento de la tensión que hasta ahora no ha conseguido provocar ninguna reacción de los paramilitares católicos, los republicanos del IRA. Y culmina un mes de julio marcado una vez más por las marchas de los protestantes orangistas y, además, por la crisis política provocada por la dimisión del ministro principal de Irlanda del Norte, el unionista moderado David Trimble.

Trimble decidió ayer suspender un viaje que debía llevarle hoy y mañana a España, donde tenía previsto intervenir en una mesa redonda organizada por la Universidad Complutense en El Escorial. Trimble ha preferido permanecer en el Ulster a la espera de la propuesta con que los Gobiernos de Londres y Dublín esperan desbloquear la actual crisis política. La propuesta, que será desvelada seguramente mañana o a más tardar el jueves, será un conjunto de medidas no negociables sobre desarme de los grupos paramilitares, reforma de la policía norirlandesa y desmilitarización de la provincia.

Hasta el momento, los unionistas moderados han dado a entender que no van a acatar la propuesta por considerar que no sólo no resuelve los problemas que ha provocado la dimisión del ministro principal, sino que supone nuevas concesiones a los republicanos. Si la crisis no se resuelve antes del 12 de agosto, Londres deberá elegir entre convocar elecciones o suspender por segunda vez la autonomía de Irlanda del Norte.